El póker online: ¿ha hecho más fácil el camino para ser un jugador profesional?

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Diario Qué Pasa

Ser jugador profesional de póker no es algo que se alcance de la noche a la mañana. Uno tiene que hacer valer sus condiciones en mesas de juego con rivales del más alto nivel. Acumular premios de cinco y hasta seis cifras y clasificarse para las competiciones en las que solo pocos llevan.

En pocas palabras, ser jugador profesional de póker significa vivir de ello, entrenar para ganar y aspirar a ser parte de la élite de esta disciplina. Jugar póker no es una cuestión de azar e implica entrenarse, ajustar las estrategias y afinar las habilidades necesarias para aguantar la presión y saber leer a los rivales.

No es ninguna casualidad que la popularidad de este juego coincida con el boom del poker online a finales del siglo pasado y principios de la década de los 2000. Entonces, ¿esta modalidad ha hecho más fácil el convertirse en un jugador profesional? Tal vez no más sencillo, pero sí más al alcance de la mano de cientos de miles de jugadores que se atreven a probarse a niveles más competitivos. 

Algunos jugadores profesionales en la era pre póker online

En esta publicación hablaremos de un personaje central: Christopher “Chris” Moneymaker, jugador que marcaría un antes y un después en el póker profesional por cómo llegó a las más altas esferas. Pero antes de él, haremos un repaso de algunos de los jugadores de póker más famosos previo a la época del internet masificado.

Comencemos con Doyle Brunson, llamado también “El Padrino del Póker”, en parte por haberse hecho un nombre en el circuito antes de que el póker se volviera mainstream. Brunson comenzó jugando en Forth Worth, Texas, a las afueras de Dallas, y se convirtió en el primero en conseguir un millón de dólares en ganancias de torneos. Además, ha sido el único en lograr el “bicampeonato” del Main Event del World Series of Poker (WSOP) en 1976 y 1977, un triunfo consecutivo que nadie más ha logrado. Como bien lo merecía, “El Padrino del Póker” forma parte del Salón de la Fama del Póker y acumuló ganancias en más de un centenar de torneos. Jugó a los naipes hasta los últimos días de su vida, misma que vio su ocaso en 2023, cuando falleció a los 89 años.

Y del “Padrino”, pasamos al “Tiger Woods del Póker”: Phil Ivey. Sin embargo, a pesar de que este apodo está más condicionado por el asombroso parecido que Ivey guarda con el famoso golfista, también se le denomina así por su facilidad de ganar en cada torneo en el que participa. Ivey ha ganado a lo largo de su carrera más de 32 millones de dólares en torneos y otros cuantos millones más a través de torneos en línea. 

Cuando Chris Moneymaker cambió la historia del póker online

Cuentan que para cuando Chris Moneymaker ganó el Main Event del WSOP de 2003, los comentaristas no lo podían creer. Lo calificaron como “algo más que un cuento de hadas”. 

En la historia del deporte y de las competiciones, abundan los ejemplos de triunfos de David contra Goliat o los llamados underdog que todos daban por derrotados y se hicieron con la corona. Sin embargo, la historia de Moneymaker va más allá de una “Cenicienta”: fue el invitado que “no debió de estar invitado” y se llevó el premio mayor a casa. 

Chris era un tipo “normal”. Y cuando ponemos el adjetivo entrecomillas, es para resaltar que no había nada extraordinario en él salvo que le gustaba el póker. Era un contador de una cadena de restaurantes y que, para ese entonces, jugaba póker con sus amigos los fines de semana. No era un jugador profesional ni tampoco un asiduo de las mesas en vivo de Las Vegas. Aunque su apellido pudiera parecer un mote adquirido después del triunfo, la realidad es que simplemente coincidió en que se llama así y se embolsó una enorme suma de dinero después de ese primer WSOP.

Dio con un sitio en línea de póker de 86 dólares como apuesta inicial. El premio eran 10,000 dólares y la clasificación al WSOP de Las Vegas. Moneymaker llegó a confesar que, para la final de ese torneo en línea, solo tenía en mente los 8,000 dólares que se ganaría si quedaba en penúltimo lugar. Ganó las manos finales y se clasificó para el torneo de élite ya mencionado. 

No tenía dinero suficiente para viajar de su tierra Knoxville a Nevada, pero lo consiguió y comenzó como un jugador anónimo alejado de los reflectores. Comenzó a ganar, a dejar jugadores fuera y a acumular fichas. De forma inesperada, Chris estaba en el top y seguía enfrentarse a los verdaderos jugadores profesionales. Despachó al campeón Johnny Chan y después al ya mencionado Phil Ivey. Casi nadie se lo podía creer, por no decir que prácticamente nadie: un contador que hasta hace unos meses era un donnadie en el mundo del mundo del póker, estaba derrotando a los más grandes.

El último enfrentamiento fue contra Sam Farha, otro peso pesado de aquel entonces en el mundo del póker. Farha se recibió de Negocios y Administración por la Universidad de Kansas, y era conocido calcular las posibles manos de sus rivales. A diferencia del cliché de muchos jugadores de póker, Farha jugaba sin lentes, ni gorras y prácticamente con la cara siempre expuesta. Se decía que era para intimidar aún más a sus rivales, sabedores de su método calculador. Llegó la última mano, Farha mostró un par de nueves e intentó acomplejar a Moneymaker, quien, en una jugada que fue llamada “el bluff del siglo”, movió todas sus fichas al centro de la mesa y anunció un all in. Su rival se quedó desarmado y decidió retirarse. 

El triunfo de Chris Moneymaker y su salto de una sala de póker en línea a lo más alto del Olimpo de los naipes no tiene precedentes. Lo cierto es que demuestra que los torneos online de póker abren las puertas a próximos jugadores profesionales.

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