Diversión casera se muda a internet

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28 de abril, 2014 - 2:03 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Foto: Agencias

En la era de Internet, las aplicaciones y las descargas, no se adquieren discos sino canciones, juntas o por separado

La tendencia global es relacionarse con los productos culturales a través del streaming y ya no solamente mediante la propiedad.

Aunque el mayor impulso para ello se está dando en el llamado «primer mundo», las regiones emergentes dan sus pasos firmes hacia su integración a ese mercado internacional.

Los cambios tecnológicos buscan hacer rentable la no-compra de música. En la era de Internet, las aplicaciones y las descargas, no se adquieren discos sino canciones, juntas o por separado.

Si acaso, porque los servicios de streaming llevan al consumidor a pagar, en todo caso, por el acceso a los productos, el «derecho de consumo».

En América Latina las empresas de telecomunicaciones ya ofrecen redes cada vez más robustas, con excepciones, incluyendo algunas con capacidades 3G y 4G. Ya desde hace años se comentaba sobre la creciente penetración de los servicios de acceso a Internet en la región, con Venezuela, por ejemplo, encabezando no pocas listas.

Sin embargo, con el paso del tiempo no solo era necesario el acceso, el derecho, la posibilidad, sino el contenido. Con la llegada de smartphones cada vez más baratos, además, se impulsó la necesidad de ofrecer, sino los mismos, al menos servicios similares a los del «primer mundo.

Pantalla dividida

En América Latina comienzan a posicionarse los servicios de entretenimiento por streaming. En materia audiovisual, desde 2011 Netflix está disponible en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela. El monto es $7,99 mensuales.

Su oferta es la misma que en el mercado estadounidense. Sin embargo, la región latinoamericana es la que, comparativamente, tiene las menores velocidades de conexión. Netflix recomienda un mínimo de 500 Kb por segundo para poder ver sus materiales sin problemas.

La plataforma corre sola en la región, siendo el único servicio de tales características en Latinoamérica, que a estas fechas aún le produce pérdidas porque se enfrenta a un mercado donde aún la televisión por cable tiene gran fuerza, así como las redes P2P y las páginas de video on-demand gratuitos -y técnicamente ilegales- (como Cuevana).

Además, los servicios Moviecity Play, que se adquiere a través del plan con la cableoperadora, ofrece contenidos propios y algunos estrenos;On Video de Telefónica Argentina funciona como un «videoclub» digital con costos individuales por contenido;Terra TV (en algunos países) ofrece series gratuitamente;Crackle, con su oferta de filmes y conciertos gratis (sin estrenos);y Mubi, de reciente data, ofrece un servicio de nicho para quienes buscan películas antiguas y títulos clásicos.

Música para llevar

El mercado del streaming musical en América Latina es más variado.

Hasta ahora, ninguna de las opciones es puramente latinoamericana, sino de Norteamérica o Europa que van entrando al mercado. Spotify, Deezer y Rdio son las opciones multiplataformas, siendo la del globito verde la de mayor catálogo, con 20.000 canciones agregadas diariamente, aunque su servicio no esté disponible para Venezuela y Brasil.

El resto de los países sí cuenta con Spotify, tanto en su versión gratuita para PC con anuncios, hasta la paga sin anuncios. En este caso, las opciones van, desde $4,99 al mes (solo web y PC) o $9,99 mensuales. Rdio ofrece acceso en todos los países, siendo la versión de precio la que permite evitar la publicidad y la escucha móvil. Los precios, en dólares, son los mismos que el anterior.

Deezer es el que ofrece su acceso Premium a menor costo: $8,49 al mes, solo pagables en dólares y con tarjeta de crédito . La gran apuesta de este servicio es incluir música local en su biblioteca, luego de una expansión para la región que costó $130 millones.

En el caso venezolano, todas las suscripciones para estos servicios, en su categoría Premium multiplataforma, durante un año significan más de $80, más de 25% del cupo electrónico anual de Cadivi .

En general, América Latina ya entró en el panorama del consumo por streaming, incluso el móvil, aunque las limitaciones de ancho de banda o los costos hagan de estos unos servicios determinados, primordialmente, para sectores de alto poder adquisitivo de la región. Después de todo, en América Latina sigue imperando la piratería, el «quemaíto» y las opciones gratuitas -legales o no-, especialmente para PC.

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