Foto:Alfredo Chinaleong
La zona oeste de la capital zuliana volvió a ser escenario de la violencia, esta vez la vida de un adolescente fue el precio pagado la noche del lunes cuando Andrés Naín Ortega Jiménez (17) se encontraba con su familia en su residencia y varios sujetos, aún sin identificar, dispararon contra la vivienda. El joven recibió un certero balazo en su cara. Supuestamente, el tiroteo está relacionado con el robo de una motocicleta en la zona. Los verdugos aprovecharon que el joven estaba conversando con unos amigos y le propinaron ocho disparos en su cuerpo
Maracaibo — La sangre corrió la noche de este lunes en el barrio Alma Bolivariana, de la parroquia Venancio Pulgar, al oeste de Maracaibo.
Jesús David Madueño Buitriago (19) cerró la larga lista de jóvenes que han sido «sicariados» en los últimos seis meses del año, el joven se encontraba en la calle 54 de la referida barriada a las 8:40 de la noche, cuando fue ultimado.
Según la madre del hoy occiso, Madueño se encontraba en una esquina en compañía de unos amigos, justamente en ese momento dos sujetos que bajaron de un vehículo del cual se desconocen mayores detalles, dispararon en múltiples oportunidades.
Durante el tiroteo Madueño recibió dos balazos, los delincuentes al verlo en el piso lo remataron con seis disparos más y huyeron.
Inmediatamente la víctima fue llevada en un autobús hasta el centro de diagnóstico integral del sector Guaicaipuro por un hermano, quien recibió la terrible noticia por su esposa. Posteriormente el joven fue trasladado al Hospital Universitario de Maracaibo (HUM) donde murió.
De acuerdo a la información de testigos, el joven fue tiroteado a 500 metros de su residencia.
La madre relató a las afueras de la morgue forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia (LUZ) que Madueño salió a comprar queso a un abasto cerca de su casa, luego regresó y volvió a salir de su vivienda a comprar una tarjeta telefónica. Fue en ese trayecto cuando se quedó conversando con unos amigos y sus verdugos aprovecharon el momento para acabar con su vida. Ninguno de sus acompañantes resultó herido.
Familiares dijeron que el adolescente era un buen muchacho, sin deudas ni enemigos. Todos se mostraron asombrados debido al ensañamiento que tuvieron los hombres al momento de asesinarlo. Madueño era el tercero de cuatro hermanos.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) se encuentran tras el paradero del grupo hamponil que acabó con la vida del adolescente.
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