Vecinos aseguraron que no es de la zona. Presuntamente era indigente. El CICPC levantó el cadáver, realizó experticias y colectó evidencias
Foto: Referencial
San Francisco — Tres disparos se convirtieron, la mañana de este domingo, en el despertador de los residentes de la calle 186A, en el barrio La Polar, parroquia Domitila Flores.
Pasadas las 6:00 de la mañana, el sol apenas comenzaba a asomarse y la luz del día se disponía a hacer acto de presencia, grandes y pequeños esperaban iniciar su jornada diaria, tal y como lo acostumbraban, pero no se imaginaron que su despertar se vería truncado por un hecho sangriento que dejó en espasmo a la comunidad.
Tres tiros y algunos gritos se escucharon. Mientras algunos se escondieron, otros se asomaron a curiosear lo sucedido y al salir hallaron el cuerpo sin vida de un hombre, que luego de ser impactado con tres balazos en la cabeza, quedó desangrado y muerto en el sitio sobre una de las aceras de la carretera.
Todos trataban de dilucidar, muy cuidadosamente, de quién se trataba, pero luego de acercarse y mirar fijamente el rostro agujerado por los disparos de la víctima, concluyeron que era ajeno a la zona y que presuntamente estaba en situación de indigencia.
Dieron parte a las autoridades
Una llamada a funcionarios de Polisur, por parte de los habitantes del lugar, informó al organismo sobre lo acontecido, quienes de inmediato enviaron una comisión al lugar para acordonar la zona a la espera del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), para levantar el cadáver y trasladarlo a la morgue de LUZ, a fin de que se le practique la necropsia y sea reconocido por sus familiares, además de colectar evidencias y cumplir con el procedimiento de criminalística y planimetría, para así dar con él o los responsables del asesinato.
Características
El hoy occiso vestía un pantalón negro, con suéter rojo y estaba descalzo.
Era una persona adulta, de tez morena, con abundante barba, de aproximadamente 1,70 metros de altura y de contextura regular.
Mientras la furgoneta del CICPC partía con el cadáver a bordo, la acera de la referida dirección quedaba manchada de sangre, con tres casquillos de bala a su lado y un destornillador, el cual se presume haya sido usado para someter a la víctima.
Entre las evidencias colectadas, quedaron dos conchas de bala, calibre 9 milímetros, que habían sido percutidas.
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