Neudo Enrique Boscán Caballero (42), quien sufría esquizofrenia desde los ocho años de edad, se prendió fuego la madrugada de este domingo. Según Luisa Caballero, madre de la víctima, su hijo la había amenazaba de muerte en varias ocasiones y esta «presintiendo» huyó de la vivienda sin saber que sería la última vez que vería con vida a su hijo. El hecho ocurrió en el barrio Limpia Sur en el municipio San Francisco
Foto: Wilmer Cubillán
San Francisco — Las constantes amenazas de muerte que Neudo Enrique Boscán Caballero (42), le hacía a su madre fueron cumplidas ayer a las 2:00 de la madrugada, con la diferencia de que en vez de asesinar a su progenitora muriera él.
El suceso se registró en la invasión 9 de Octubre del barrio Limpia Sur, ubicado en la calle 177.
El hombre, quien sufría desde los 8 años de edad de esquizofrenia, le había pedido las llaves del rancho a su madre identificada como Luisa Elena Caballero (78), a las 10:30 de la noche del sábado. «Dame las llaves o te jo…» la mujer, aterrorizada se las entregó.
Presintiendo la muerte
Luisa ya sabía que se trataba de un arranque violento de su hijo, quien durante esa semana se había vuelto más violento que nunca.
Como presintiendo su muerte, escapó del rancho de estibas y techo de zinc por una de sus ventanas y se marchó a casa de un familiar que vive cerca.
José Peley, vecino de al lado, ya dormía al igual que el resto de los vecinos, cuando un olor a quemado lo hizo levantarse, al salir se percató que la vivienda de Luisa y su hijo estaba prendida en llamas.
«Comencé a dar gritos y fui a buscar en la otra calle a su primo, pero cuando regresamos ya la casa se había quemado toda y Neudo también», explicó Peley.
Deiver Caballero, primo de Neudo, manifestó que su doliente quedó atrapado detrás del ya consumido colchón. «El fuego arrasó con las piernas y los brazos de la víctima y al ser sacado por efectivos del CICPC solo tenía el tronco y la cabeza empequeñecida. Luisa había intentado varias veces ingresarlo al Hospital Psiquiátrico en donde según Deiver no lo querían aceptar por falta de medicamentos», refirió.
Agregó que las medicinas que Neudo tomaba no se conseguían y las tuvieron que comprar en Maicao.
Era el segundo de tres hermanos.
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