Maracaibo — Diosjairo Antonio González, de 19 años de edad, tras pasar todo el domingo ingiriendo alcohol, llegó a su vivienda en la Circunvalación Nº 3, y luego de un ataque de ira decidió quitarse la vida.
El detonante para la fatal decisión del joven, fue llegar a la casa y no encontrar sus llaves, llamó a su madre, quien estaba en una misa y comenzó a romper los vidrios de la ventana.
«Sus tíos intentaron calmarlo, pero era imposible, se cortó todas las manos. Él estaba asistiendo a la iglesia, pero se descarriló y recayó en el problema del alcohol», declaró el pastor Isaac Pérez.
Fúrico gritó improperios a sus parientes y salió indómito del sitio.
Su progenitora cuando llegó a la residencia fue avisada del alboroto que armó su hijo. Preocupada intentó localizarlo, hasta que su última llamada tuvo la peor de las respuestas.
Se comunicó con la dueña de la bloquera donde trabajaba su descendiente, y le pidió que chequeara si estaba allí. Cuando la mujer revisó el lugar, el muchacho colgaba del techo con un mecate alrededor del cuello.
«No era la primera vez que intentaba acabar con su vida», dijo el pastor.
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