«Cuando escuché los vehículos militares y las voces de los efectivos, sentí que volví a nacer. (Los secuestradores) decían que iban a matarme», narró Luzmila Silva, de 15 años de edad, tras ser rescatada por efectivos militares adscritos a la 3ª Compañía del Destacamento de Frontera número 31 de la Guardia Nacional Bolivariana. Se la llevaron el pasado domingo y siete horas más tarde fue localizada en un cambuche ubicado en la hacienda Las Cabimitas del municipio Mara, de donde es habitante. Según las investigaciones y relato de la menor, los captores la sometieron porque presumieron que ella había aportado información a los cuerpos de seguridad sobre el paradero de la abogada Alejandra Yesiree Hernández Villalobos, de 29 años, quien fue rescatada por funcionarios del Cpbez en Mara.
Mara — Luzmila Silva (15), estudiante de bachillerato y oriunda del municipio Mara, fue rescatada por efectivos militares adscritos a la 3ª Compañía del Destacamento de Frontera número 31 de la Guardia Nacional Bolivariana, informó el general Luis Alberto Morales Guerrero, comandante del Comando Regional N° 3.
El hecho se produjo la noche del pasado domingo. Detalló Morales Guerrero, que la joven fue localizada en un cambuche ubicado en la hacienda Las Cabimitas.
Asimismo, el general de brigada añadió que la joven bajo amenaza de muerte había sido sometida por dos hombres, quienes portando armas cortas y con acento venezolano irrumpieron a su hogar y sin mediar palabras se la llevaron, permaneciendo siete horas en manos de sus captores. El hecho se produjo en el parcelamiento Las Tortolitas, parroquia Luis de Vicente del municipio Mara, a las 11:00 a.m. del pasado domingo.
«Según las investigaciones y relato de la menor, los captores la sometieron porque presumieron que ella había aportado información a los cuerpos de seguridad sobre el paradero de la abogada Alejandra Yesiree Hernández Villalobos (29), quien fue rescatada por funcionarios del Cpbez en Mara», informó Morales.
La adolescente narró que al momento de su rescate agradeció a los guardias nacionales. «Cuando escuché los vehículos militares y las voces de los efectivos, sentí que volví a nacer. (Los secuestradores) decían que iban a matarme». La joven narró que «ellos al verse acorralados comenzaron a golpearme y me decían que ni se me ocurriera gritar porque me iban a matar, pero se fueron y me dejaron».
Fotos: Cortesía Core 3
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