Queda en la línea de fuego y recibe un tiro en la boca

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4 de julio, 2014 - 3:54 pm
Redacción Diario Qué Pasa


Foto: Ana Moreno

Marylín Josefina López García, de 39 años, quedó en medio de un tiroteo en el barrio Lago Country, su hijo de siete años salió vivo de la sangrienta escena

Maracaibo —
Una amanecer sangriento tuvo el barrio Lago Country, al oeste de la ciudad, cuando una mujer quedó en medio de un tiroteo junto a su hijo de siete años. La dama recibió un tiro fulminante en la boca, afortunadamente el infante salió ileso de la violenta escena.

A las 7:00 de la mañana ocurrió el hecho. Según lo que contaron sus familiares, Marylín Josefina López García, de 39 años, se dirigía a casa la mujer que le cuida a su hijo en el barrio Casiano Lossada, cuando transitaba a pie por la parte trasera de la urbanización Caminos de la Lagunita, de la mano del menor, un sujeto pasó a bordo de una motocicleta, y otros dos hombres que estaban a pocos metros de ella, pretendían atracarlo; el motorizado notó las intenciones de estos y decidió devolverse, fue entonces cuando el par de individuos descargaron sus armas al disparar a diestra y siniestra, resultando como víctima fatal Marylín.

El niño logró salir vivo de la balacera, consternado ante la muerte de su progenitora, se arrodilló e intentaba reanimarla. «¡Me dejó solo, ahora quién me va a cuidar!», gritaba desesperado. Un ciudadano que pasaba por la calle 94 con avenida 87B, de la barriada justo donde estaba el cuerpo de la dama custodiado por el pequeño, se bajó a preguntar qué le ocurría y se percató de lo sucedido. El señor montó al menor en su vehículo marca Ford, modelo Láser, de color celeste, y lo llevó hasta la residencia de su cuidadora.

La noticia se regó como pólvora entre los vecinos, la infortunada vivía a dos cuadras del sitio donde la sorprendió la muerte. Sus hermanas llegaron al lugar, una de ellas, Angélica López indicó que «ella trabajaba en unas oficinas de PDVSA y vendía chucherías en Galerías. Mi sobrino está bien, pero pregunta por su mamá. Ella era de Barranquilla, tenía cinco años viviendo aquí», rompiendo en llanto.

El cadáver fue cubierto por una sábana, permaneció rodeado de un grupo de curiosos y vecinos sorprendidos, con la custodia de oficiales de la Policía Nacional Bolivariana.

La policía científica realizó el levantamiento del cuerpo. Realizan trabajos de inteligencia para dar con los responsables.

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