Las instalaciones del complejo se han convertido en escenario para diferentes situaciones, fuera de lo común
Foto: Endry Polo
Como si se tratara de una granja, las albercas del Complejo de Piscinas Olímpicas Rafael Vidal se convirtieron en un lugar de encuentro de malvivientes y depravados, que aprovechan la ausencia de vigilancia para hacer uso de las piletas de forma recreativa, mantener relaciones sexuales al aire libre y hasta las ollas se llevan para preparar el sancochito los fines de semana
Maracaibo — El Complejo de Piscinas Olímpicas Rafael Vidal, un proyecto que inició en agosto de 2011 con la reapertura de las estructuras acuáticas, se ha convertido en un dolor de cabeza para quienes laboran y transitan por el lugar, pues se ha convertido en referencia para cometer actos lascivos y dar lugar a muertes por inmersión; el colmo: sus espacios son usados para el disfrute ocioso de niños y adultos.
Trabajadores de la institución contaron en exclusiva a QUÉ PASA, que el lugar es azotado por la delincuencia, pues a diario o roban o dañan las instalaciones; a pesar de que el comando del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ), se encuentra al igual que esta, dentro del Polideportivo Luis Aparicio Montiel, el espacio no cuenta con ningún tipo de seguridad, a esto se le añade el deficiente cercado perimetral que encierra las piscinas, lo que facilita que las personas se salten e ingresen al espacio acuático, sentenciaron los declarantes.
«Esperan que salgamos de trabajar a las 4:00 de la tarde para meterse a bañar», destacó un empleado de mantenimiento, quien prefirió mantenerse en anónimato, además agrego que han recibido amenazas de muerte si los llegan a sacar; a esto se le une las diferentes escenas sexuales —públicas— que protagonizan hombres y mujeres, tanto heterosexuales como homosexuales.
Por otra parte, con referencia a la muerte del adolescente de 15 años, Leosueth García, el pasado domingo en la piscina de Saltos Ornamentales, los trabajadores del mantenimiento físico de las instalaciones dijeron que a la misma se le están colocando los químicos correspondientes, y por lo tanto se encuentra fuera de servicio; resaltaron una vez más la falta de conciencia de los jóvenes al meterse sin permiso al área.
Hasta el momento van 14 personas que han muerto ahogadas por inmersión desde la reapertura, el reciente joven ahogado es el primero del 2015.
¿Y la ordenanza?
El Concejo Muncipal de Maracaibo aprobó una ordenanza que rige el uso y funcionamiento de las piscinas públicas y privadas en Maracaibo, en las que contempla como requisitos indispensables, la señalización clara de los espacios del lugar, al menos un guardavida, así como la tenencia de flotadores y equipos de primeros auxilios, por destacar algunas. Las piscinas del «Poli», aun cuando son de uso público, no están destinadas al esparcimiento, sino a la formación deportiva.
Sin embargo dichas normas en algunos balnearios no son cumplidas, dando paso a lamentables pérdidas humanas; como tal es el caso del niño Keiner Galbán (9), quien falleció por inmersión el pasado 25 de agosto de 2012 en las instalaciones del Hotel Kristoff. Sin contar que aún muchas piscinas de la ciudad siguen sin ponerse al derecho con la ordenaza.
Muerte por inmersión
Leosueth Enrique García Morillo de (15), murió ahogado en la piscina olímpica de 6 metros de profundidad, cerca de la 1:00 de la tarde del domingo, cuando ingresó al lugar en compañía de unos compañeros. En la piscina no había supervisión de un adulto, o representante de la institución acuática.
Autoridades presumen que se lanzó del trampolín y al caer al agua sufrió un calambre en la pierna, lo que dificultó que saliera a la superficie.
Foto: Miguel Romero
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