Caracas — Minutos antes de la tragedia que embargó a 19 familias, pasajeros que iban en el expreso de la línea Expresos Lara, gritaron en varias oportunidades al chofer de la unidad —identificado como Roberto Azuaje Fernández— que bajara la velocidad. Así se conoció tras varios testimonios narrados por los sobrevivientes después del siniestro.
El autobús de 52 puestos salió a las once de la noche de Barquisimeto, estado Lara, con destino a Caracas; cerca de las 3:30 de la madrugada la unidad colisionó contra un árbol.
Víctor Lira, director de Protección Civil del estado Miranda, informó que ya fue confirmada la cantidad de víctimas fatales. Diecinueve personas murieron en el siniestro y la lista de lesionados subió a 15.
«De los 19 fallecidos ya se identificaron 17 y faltan por identificar todavía dos personas», indicó Lira.
El exceso de velocidad, que el conductor se quedara dormido o un fallo técnico en el vehículo son las hipótesis que manejan las autoridades sobre el accidente, sin embargo, aún estudian cual fue la principal causa que generara el siniestro que originó que el autobús se partiera a la mitad longitudinalmente.
Testimonios
Maryuri Masirribi, de 18 años, quien sobrevivió al accidente viajaba junto a su madre, quien falleció en el sitio, la joven aseguró que los pasajeros de la unidad suplicaban al chofer bajar la velocidad.
Por su parte, José Materán se enteró por la televisión, que su esposa Milda Suárez, de 49 años y su hija Carola Materán, de 15 años y estudiante de bachillerato, murieron en el accidente.
Milagrosamente, tres integrantes de la familia Sibrián: Joel (35) obrero, su esposa Kathy (28) ama de casa y el hijo menor de ambos. «Ellos viajaban a Caracas para llevar al niñito al Hospital Cardiológico Infantil; lo estaban evaluando para operarlo», comentó un familiar.
El Ministerio Público anunció que abrió investigaciones sobre las circunstancias en las que se originó la colisión, por ello sería presentado el conductor Roberto Azuaje, para así determinar las responsabilidades del caso.
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