El aberrado, Luis Moya de 35 años, les colocó a las inocentes criaturas una bolsa plástica a cada uno en la cabeza y los encerró en una habitación, donde fallecieron
Foto: Referencial
Carúpano ̶ Luego de pedir comida y no recibir la cena, dos niños, un varón de siete años y una niña de cinco años de edad, respectivamente, fallecieron asfixiados con bolsas plásticas tras decidir comerse un par de panes tipo canilla que su padrastro, Luis Moya (35) llevó al apartamento donde convivían con su madre, Rousmerys del Carmen Rojas Rondón (22), en el edificio El Samán, El Muco de Carúpano, municipio Bermúdez en el estado Sucre.
Moya sorprendió a los menores comiéndose los panes, encerró a los infantes en una de las habitaciones del inmueble, y a puertas cerradas, los golpeó, les colocó las bolsas en sus cabecitas e impidió que respiraran hasta dejarlos sin signos vitales.
El hecho ocurrió la noche del miércoles 16 de noviembre, bajo la mirada serena de la madre de los menores. Ayer viernes, vecinos de la pareja hallaron los cadáveres de los niños y aportaron la información a los organismos de seguridad.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) recogieron los cuerpos inertes y detuvieron a los padres, quienes fueron trasladados a la sede de la policía científica del estado Sucre.
Los mismos vecinos denunciaron que los niños eran maltratados por el padrastro, quien además les tenía prohibido salir del apartamento. El enrojecimiento en las zonas íntimas de los menores -según datos aportados por los exámenes forenses- arrojan indicios de abusos sexuales que también son investigados por la policía científica. Este sábado 19 en horas de la tarde la pareja sería presentada ante tribunales.
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