Foto: Diego Graterol
Maracaibo — Jairo José Cerrano Linares había salido de su casa, ubicada en el barrio Altamira Sur, parroquia Cristo de Aranza rumbo a una licorería cerca del puente Pomona, iría a tomar licor como lo hacía de costumbre. En el lugar se suscitó una balacera que le alcanzó una pierna, por lo que intentó salvar su vida y salió del lugar conduciendo una motocicleta, familiares presumen que cuando llegó a la Circunvalación Nº 1 (C-1) perdió el control de la unidad de dos ruedas y cayó al piso. Posteriormente un vehículo le pasó por encima de su humanidad partiéndole las dos piernas.
A pesar de que efectivos bomberiles intentaron salvar su vida y llevarlo a la emergencia del Hospital General del Sur, este ingresó sin signos vitales. Definitivamente, a pesar de sus intentos, le tocaba morir.
Familiares del infortunado hombre se trasladaron a la morgue forense de LUZ, la mañana de ayer, su padre José Humberto Cerrano dijo que la últimas vez que vio a su hijo con vida fue la tarde del viernes, cuando él le había dado una parte de su quincena para guardársela. Posteriormente recibió la fatal noticia.
Su hermana Dulis Cerrano dijo que al hombre, de escasos 25 años laboraba en el hospital sureño como miliciano desde hace tres meses. Era soltero el menor de cuatro hermanos y no dejó hijos.
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