El también director de la PNB sentenció que el patrullaje inteligente es el responsable de combatir este flagelo. Aseguró que no hay bandas «robaiglesias»
Foto: Wilson Alvarado
Maracaibo — La criminalidad no tiene límites. Cinco iglesias marabinas han sido visitadas por el hampa en lo que va del 2017. Este primer trimestre del año se ha vuelto alarmante para las iglesias católicas. Allí, inescrupulosos han violentados sus protecciones y han cometido el mismo modus operandis de amordazar a los presentes, llevarse los electrodomésticos, violentar el Sagrario, de donde se han llevado prendas de oro, y hasta los copones con las hostias (el cuerpo de cristo).
El equipo reporteril de este rotativo alarmado por la situación, conversó en exclusiva con el general de brigada Luis Alberto Morales Guerrero, coordinador regional de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela (GMAVV) para saber qué plan ejecutarán con el fin de proteger los templos sagrados y capturar a los criminales que se han dado la tarea de burlarse de la casa de Dios.
Morales indicó, de manera firme que «cada cuadrante de patrullaje inteligente, conformado por funcionarios de la mancomunidad policial, son los responsables de vigilar las iglesias, escuelas y los centros de salud que estén ubicadas en sus jurisdicciones». El también director de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), indicó que «no hay un plan designado para cada organismo en cuanto a la protección de las iglesias, debido a que todos los organismos policiales son los responsables de vigilar los templos, mediante el patrullaje inteligente que se realiza en las parroquias de la ciudad.
No existen bandas
Morales, apuntó que «no existen bandas dedicadas al robo de las iglesias. Aseguró que son «rateritos» de las mismas comunidades que violentan los templos para ver que consiguen. El general hizo un llamado a la población, a los sacerdotes y a los voceros de los consejos comunales a que denuncien ante el CICPC a los azotes de sus zonas para brindarles mayor seguridad.
Cinco iglesias en «jaque»
Amarrar a los presentes, golpear a los sacerdotes, pasearse por todo el templo sagrado, sustraer lo que se consigan a su paso, hasta llegar al límite de violentar el Sagrario es el calvario que han vivido los curas de cinco iglesias marabinas, donde la misa de desagravio ante la situación se ha vuelto recurrente para los curas y los practicantes de la fe en el Señor.
El 12 de enero de 2017, el Convento San Francisco de Asís, fue el primer templo visitado por el hampa; el 4 de febrero le tocó a la iglesia Nuestra Señora de La Asunción; a escasos cuatro días la criminalidad se vuelve a pronunciar y el 8 de febrero violentan la iglesia Nuestra Señora de Fátima; luego la iglesia El Buen Pastor, y el sábado pasado la iglesia La Consolación.
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