Edwin José González Sibada, de 23 años, recibió dos disparos en la cabeza, otro en el pecho y un cuarto en el abdomen, cuando salía de su trabajo en la Circunvalación Nº 3. La policía presume que se resistió al robo pues junto a su cuerpo quedó su billetera vacía. Era vigilante.
El hombre había terminado su guardia en una empresa de la zona, y se trasladaría a su casa cuando fue interceptado por sujetos armados. Cicpc investiga otras hipótesis del asesinato.
San Francisco — A las 6:30 de la mañana de ayer, Edwin José González Sibada, de 23 años, caminaba detrás del centro comercial Nasa, ubicado en la Circunvalación N° 3 (C-3,) en el municipio San Francisco para abordar el carrito que lo llevaría para su casa, sin embargo, nunca llegó a su destino.
El muchacho fue asesinado, presuntamente, por resistirse al robo de un grupo de hombres armados que le efectuaron cuatro disparos, dos de estos en la cabeza, uno en el pecho y otro más abajo del abdomen. Su cadáver quedó tendido boca arriba en el pavimento; sobre el pecho se encontraba su billetera donde se desconoce si había efectivo, su cédula de identidad y otros documentos personales. En su mano derecha se encontró una bolsa donde llevaba su uniforme.
El hombre había salido de su guardia como vigilante en Invemeca, una empresa dedicada a actividades de torno y metalmecánica, y se iría rumbo a su casa en el sector La Chamarreta, donde vivía con su esposa y un hijo de siete meses.
Un cuñado, quien no quiso identificarse dijo que la última vez que vio a Edwin fue la tarde del sábado, cuando salió rumbo a su trabajo. Escasas horas después, unos compañeros del infortunado lo llamaron para notificarle sobre su muerte.
A la escena del crimen acudieron efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) quienes recolectaron tres casquillos de bala en el sitio, además de otras evidencias de interés criminal que les ayudara a dar con los homicidas. Su cadáver fue ingresado a la morgue forense de LUZ, donde le practicarían la respectiva autopsia de ley.
Fotos: Miguel Romero
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