Fotos: Diego Graterol
JEL — La sangre corrió la madrugada de ayer dentro de la hacienda Santa María, ubicada en el sector La M del municipio Jesús Enrique Lossada. Cuatro obreros fueron asesinados a balazos, presuntamente provenientes con una escopeta.
Aunque detalles del cuádruple suceso se desconocen, trascendió que los verdugos habrían irrumpido al lugar portando armas largas, y sin mediar palabra alguna ejecutaron a los obreros, uno por uno. Se rumora que se trata de un grupo de insurgentes o paramilitares que operan en la zona; sin embargo, esto no ha podido ser confirmado.
La cocinera del lugar, y esposa de una de las víctimas, al parecer logró salvar su vida debido a que sus dos niños menores de edad se le abalanzaron encima para salvaguardarla y los asesinos tuvieron piedad de los infantes. Un obrero fue identificado como Vicente Rangel González (40), quien recibió al menos 13 impactos de bala. Su cuerpo quedó tendido boca abajo en la entrada del lugar, con las botas de trabajo puestas así como sus guantes. Dos de sus compañeros obreros fueron ultimados dentro de la matera y respondían a los nombres de Víctor y Alejandro. El cuarto de ellos falleció camino al Hospital Rural III de La Concepción y fue identificado como Simón Palmar. Vicente deja un hijo de cinco años y era viudo, llevaba un año trabajando en el lugar.
La muerte de estos cuatro peones conmocionó al municipio Jesús Enrique Lossada. La masacre pudo haber sido mayor
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