Foto: Miguel Romero
La víctima presentó una gran abertura en el cuello y además fueron robadas sus pertenencias. Familiares indicaron que sus agresores ingresaron a la vivienda sin violentar ninguna cerradura. En el mes de noviembre fue asaltado y le ocasionaron una golpiza
Maracaibo– Eran las 6:00 de la mañana del viernes cuando vecinos del barrio Andrés Eloy Blanco encontraron dentro de su vivienda el cuerpo sin vida de Argenis Ramón Pirela Rojas, de 62 años de edad, conocido como «Chente», quien fue asesinado de varias puñaladas en su cuello. El macabro hallazgo se suscitó en la avenida 54 A, vivienda #98D-91, propiedad de la víctima.
Fuentes policiales revelaron que uno de los vecinos se percató que la vivienda se encontraba abierta y con las luces encendidas, al entrar la víctima se encontraba en su cama, sin camisa, y sólo vestía un mono. Estaba con una sábana tapando una gran abertura en el cuello, ocasionada con un arma punzo-penetrante, al lado de un charco de sangre.
Fue visitado durante la noche
Vecinos del sector, quienes prefirieron resguardar el anonimato, indicaron que cerca de las 10:00 de la noche del jueves, Pirela fue visitado por tres mujeres, presuntamente damas de compañía, quienes llegaron en un vehículo Lumina, de color blanco, y aparentemente pasaron toda la madrugada en la vivienda ofreciendo sus servicios.
Horas después el hombre fue hallado con varias puñaladas en su cuello, y varios artículos de la vivienda robados. Moradores de la zona manifestaron que la casa era visitada a diario por mujeres que ofrecen servicios sexuales.
Lo robaron en noviembre
Familiares del infortunado llegaron al lugar del crímen para percatarse de lo sucedido. Angelique Pirela, hija del fallecido, entre lágrimas narró que su padre había sido asaltado en noviembre por un grupo de hombres quienes lo agredieron y le dieron una golpiza.
«Fuimos notificados por uno de sus amigos, que labora como taxista, no descartamos que hubiese sido asaltado nuevamente, era un hombre muy tranquilo que le gustaba ayudar. En la vivienda faltaban muchos objetos, su billetera, prendas de valor, una guitarra eléctrica, entre otras. Presumimos que su agresor ingresó a la casa con facilidad, ninguna cerradura estaba violentada», explicó su hija.
Pirela laboraba como corredor de seguros, especialmente en Seguros Constitución y otros, era padre de dos hijas entre ellas una de 1 años de edad, y desde hace más de 20 años viviendo en el sector.
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