El cuerpo quedó levantado por el CICPC en el barrio Canaima en Encontrados
Foto: Edwin Urdaneta
Dos sujetos lo persiguieron en moto y a pie hasta verlo sin respirar. Es el quinto miembro de una familia en morir a manos de sicarios
Sur del Lago — A un sindicado azote de barrio del municipio Catatumbo le llegó su fin, toda vez que dos sujetos a bordo de una motocicleta lo masacraran a tiros, cuando llegó a una tasca que debió estar cerrada cuando ocurrió el crimen.
El infortunado quedó identificado como Mauro Luis Pineda Alcázar (22), quien apenas tocó a la puerta de la popular tasca La Catira, en la calle 4 con avenida 6 del barrio Canaima, de la población de Encontrados, fue sorprendido por dos sicarios quienes a bordo de una motocicleta lo corretearon a balazo limpio.
Treinta metros más adelante la humanidad de Pineda no aguantó el paso de los proyectiles y cayó malherido al rígido pavimento frente a la residencia 5-100, donde los dueños no pudieron dormir tras lo ocurrido.
Y es que desde una esquina los pertinaces maleantes seguían lanzando tiros a diestra y siniestra como si se tratara de la emboscada del diablo. Al ver que ya no respiraba, huyeron, dejándolo tendido sobre un charco sangriento. Al sitio se apersonaron efectivos del CPBEZ y Policat.
Vecinos aseguran desde que la tasca abrió sus puertas, cesó la paz y llegó la prostitución y el alcoholismo haciendo de las suyas. Piden a las autoridades que pongan un freno a dicho establecimiento, para que cesen las desgracias.
Trascendió que el infortunado es el quinto miembro de una familia en ser masacrado por sicarios a sueldo, al tiempo que la propia comunidad lo señaló de ser un azote que hurtaba lo que encontraba a su paso y quien pese a dos advertencias, seguía sumido en el vicio de sustraer lo ajeno.
Mauro residía en la calle 3 del sector Ermilo Ocando de la capital catatumbense. No se le conoció ocupación fija y residía junto a su tía Yudith Reyes (33), a quien la noticia le hirió hasta las entrañas.
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