Foto Diego Graterol
El presunto rapto de las gemelitas Alejandra María y María Alejandra se ha vuelto un arroz con mango. Vecinos del barrio 24 de Julio defienden a la presunta captora y describen a la progenitora de las pequeñas como «mala madre y desvergonzada».
San Francisco- El presunto secuestro de las gemelas de cinco meses de nacida, está en boca de todos. Sobre el caso existen dos versiones, vecinos del barrio 24 de Julio, donde reside Eveling Beatriz Machado Cañizales (28), señalada de raptar a las menores, la defendieron a capa y espada y manifestaron que la joven «actuó de buena fe», para cuidar a las pequeñas y por el contrario señalaron a Luisana Cañizales Trujillo (24), madre de las niñas, como una mujer «desvergonzada, dedicada a la vida alegre en una tasca y despreocupada por el cuidado de sus hijos».
A las afueras de la avenida 49 F, de la referida barriada, se conglomeraron los vecinos, al percatarse de la presencia de los medios de comunicación, algunos descalzos, las mujeres dejaron los quehaceres del hogar y sin titubeo alguno defendieron a Eveling.
Una mujer, quien pidió el anonimato, por temor a represalias, narró que Luisana y Eveling son primas, «Luisana siempre venía por aquí cuando no tenía un bolívar para que la ayudara con la alimentación de las gemelas».
La dama, siguió contando, «»Eveling la llamó varias veces por teléfono desde el domingo que se las dejó para decirle que le trajera leche y pañales, pero la respuesta siempre fue, no tengo cobres ve qué hacéis».
La vecina, aseguró que Eveling, desesperada por no tener cómo mantener a las niñas y al notar lo insensible de su madre, le comunicó que en la clínica, donde ésta labora como enfermera, había una colega que quería quedarse con las niñas.
«Sí, regalalas, yo no quiero saber nada de niños», fue al parecer, la respuesta que Luisana le dio a Eveling ante la sugerencia. En efecto, así fue, según las declaraciones de ésta vecina, la colega de Eveling estuvo con la niña desde el martes, hasta la 1:00 de la tarde del jueves, cuando la comisión del Gaes, llegó a la barriada tras la denuncia hecha por Luisana, quien asegura que su prima le exigía 2000 mil bolívares para entregarles a las bebés.
Otra versión de los hechos
Luisana, hace vida en el sector 3, avenida 6, calle 29 del barrio Negro Primero, con Alexander Pineda, padre de las niñas y su suegra Gladys Pineda. Al llegar a la dirección, Gladys sostenía en brazos a una de las gemelas y la otra era arrullada por una hermana.
No dudó en defender a su yerna y manifestó «Ella podrá ser loquita y hasta enferma, pero ama a sus hijas y lo que dicen los vecinos de Eveling es mentira, trabaja en casa de familia y no es ninguna prostituta». Asegura que Eveling, le exigió en un principio tres mil bolívares para regresarles a las niñas, pero en vista de la situación económica, bajó la cifra a 2mil.
Según Gladys, todo se originó, cuando el pasado domingo, Luisana y Alexander, tuvieron una discusión, lo que provocó que Luisana se fuera de la casa con destino a Santa Bárbara de donde es oriunda.
«Le pidió a Eveling que le cuidara a las niñas mientras iba y venía, pero mi hijo la buscó al día siguiente, se reconciliaron y fueron por las niñas y fue cuando ocurrió todo esto», dijo Gladys con Alejandra María en brazos.
Lo cierto del caso, es que Eveling, su esposo y su colega enfermera se encuentran detenidas, ayer se presentaron en la sede de la Fiscalía para aclarar el caso, según Gladys, los fiscales competentes del caso, escucharon la conversación que demuestra la culpabilidad de Eveling y leyeron los mensajes que quedaron grabados en el celular de Luisana.
Corresponderá a las autoridades competentes, aclarar este «arroz con mango» y determinar la culpabilidad de los involucrados.
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