Con la excusa de que la pequeña niña se había caído en una piscina, Alexander Javier Di Gambernardino, un funcionario militar, llevó a su pequeña hijastra hasta la emergencia del Hospital Dr. Jesús María Casal, en la población de Agua Blanca, en el estado Portuguesa, a donde la niña ingresó sin signos vitales producto de una asfixia mecánica.
Ante la sospecha del personal médico por la actitud del militar, se iniciaron las averiguaciones determinando que la pequeña presentó varias contusiones, en la cabeza, en la región frontal y tempoparietal, una lesión en el diafragma y en el interior de su boca, además de un mordisco en una pierna; la pequeña no fue violada sexualmente.
De inmediato, Di Gambernardino fue retenido por la brigada de seguridad hospitalaria, siendo puesto a la orden de las autoridades.
Se supo que el hombre apenas tenía unos meses viviendo con la madre de la niña, y que tras una discusión, él se llevó a la pequeña desde la población de Turén (donde residían) hasta Agua Blanca.
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