Al parecer unos mensajes de texto fueron el detonante para cometer el crimen

Hombre celoso mató a su novio por un ataque de celos

SAM 2759
28 de enero, 2018 - 10:16 am
Madelein Faría / [email protected]

Nélson «El Catire», presunto homicida, es buscado por las autoridades. La víctima vendía confitería en Colombia y traía para vender en Maracaibo. CICPC investiga el caso

Foto: Madelein Faría 

Maracaibo — ¡Por unos mensajes! Aparentemente el «textear» con una mujer fue motivo para que le segaran la vida a Eduardo Luis Pineda, de 31 años de edad.

El hombre fue hallado muerto en el interior de una vivienda de dos pisos, situada en la calle 82-B con avenida 61 del barrio Alberto Carnevalli, parroquia Raúl Leoni, municipio Maracaibo.

Un amigo de la víctima, quien se identificó como Jeferson, fue quien encontró el cuerpo del fenecido tendido en la cama de una de las habitaciones. Aseguró que para el momento del hallazgo notó que el infortunado ya había perdido los signos vitales, mientras se mostraba afligido y consternado.

A simple vista se observaban signos de estrangulamiento en el cadáver y además tenía un hematoma pronunciado en el rostro, producto de un  golpe  que le propinaron.

El sitio fue acordonado por efectivos del Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia (CPBEZ), hasta la llegada de los sabuesos de la policía científica, quienes minutos después llegaron al sitio del crimen y realizaron el levantamiento del cadáver para trasladarlo a la morgue de LUZ.

 Pelea mortal

Jeferson aseguró que Pineda sostenía una relación sentimental con un sujeto llamado Nélson, apodado «El Catire», con quien pasó la noche del viernes, y que esa misma noche los escuchó discutir a los dos presuntamente por unos mensajes de texto comprometedores dirigidos a una mujer, que Pineda le encontró a «El Catire» en su teléfono.
Refirió que luego de varios minutos los ánimos se calmaron y ambos se encerraron en la habitación, pero no fue sino hasta la mañana de ayer que se topó con la escena dantesca.
«Nosotros (él y la víctima) nos íbamos de viaje hoy (ayer), por eso lo fui a despertar como a las 6:30 de la mañana, y vi que no reaccionaba, «El Catire» ya no estaba en la casa, se había ido, se llevó el teléfono de Eduardo y las llaves de la casa, quedamos encerrados» informó Jeferson.
Indicò que él y Eduardo tenían un negocio juntos. Vendían confitería que traían de Colombia, y también compartían la vivienda donde se registró el asesinato.
Funcionarios del CICPC investigan el hecho como un crimen pasional y hasta el cierre de esta edición continuaban la búsqueda del principal sospechoso.

 

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