Fallecen arrollados por «carro fantasma» dos motorizados

Foto: NT

Los motorizados quedaron identificados como Hugo Rey Bastidas, de 30 años de edad, apodado «El Guajiro» y Arturo José  Figueroa (20), alias «El Pipe»

Cabimas — Efectivos de Transito Terrestres Cabimas informaron sobre un arrollamiento que se produjo entre la calle Delicias Nuevas y la avenida Chile, donde fallecieron dos motorizados y otros dos quedaron heridos, luego de que un «carro fantasma» les pasara por encima en la madrugada de ayer.

Los motorizados quedaron identificados como Hugo Rey Bastidas de 30 años, apodado «El Guajiro» y Arturo José Figueroa de 20, alias «El Pipe». El primero murió de inmediato en el accidente, mientras que Arturo falleció en horas del mediodía en la unidad de trauma shock; presentaba traumatismo craneoencefálico severo.

Familiares comentaron a las afuera de la morgue que los hombres trabajaban a esa hora en sus motos cuando fueron sorprendidos  por el vehículo, cuyo chofer no se detuvo a auxiliarlos. Al parecer, efectivos policiales lograron capturarlo. Ramón Fernández, uno de los heridos y coordinador del frente de motorizados, contó que los conductores de dos Aveos, uno azul y otro plateado hacían «piques» y no frenaron al verlos, él solo sufrió una fractura en la muñeca.

Los otros lesionados son Eleazar Padrón, de 24 años y Daniel Nava, de 19, quienes presentan múltiples hematomas y laceraciones, pero están estables. Fernández señaló que pertenecen a un grupo de 100 colectivos bolivarianos  que trabajan por jornadas para quitar los «miguelitos», las barricadas y devolver el libre tránsito a la población y anoche estaban de guardia 14 para atender las nueve parroquias. «Solo tratamos de mantener el orden público, es una labor que hacemos en conjunto con la Guardia Nacional  por el bienestar de la población y miren lo que nos hacen».

«El Pipe» residía en el sector La Rosa de Cabimas, tenía pocos meses trabajando en el frente de motorizados, deja una niña de cinco años. Hugo Bastidas, de 30 años, apodado «El Guajiro», vivía en el sector El Lucero de Cabimas, dejó cinco hijos en la orfandad y su esposa estaba embarazada. También laboraba como albañil.