La menor salió el jueves a las 3:00 de la tarde a realizar un «mandado» a la tienda y no regresó
Foto: Kendry Borges
Mara — Un nuevo feminicidio estremece a la colectividad zuliana.
En esta oportunidad una adolescente de 16 años de edad, a quien se le protege su identidad, fue hallada degollada y con signos de violación en una zona enmontada del sector El Cañito, parcelamiento La Redoma, parroquia San Rafael del Moján del municipio Mara.
Beatriz Fernández, hermana de la infortunada, manifestó entre llanto que «su hermana salió de su casa, ubicada en el mismo sector, el jueves a las 3:00 de la tarde a realizar un «mandado» a la tienda y nunca regresó.
Ante las horas de desa-parición de la joven, vecinos de la zona y decenas de familiares wayúu de la víctima se desplegaron por el sector y no consiguieron rastros de la hoy occisa.
Los parientes desesperados por la pérdida, encendieron las alarmas en la comunidad y junto a una muchedumbre solicitó apoyo de la policía municipal de Mara, quienes rastrearon la zona hasta el anochecer sin lograr el objetivo de conseguir a la dama.
La incertidumbre persistió. La búsqueda fue incesante. La faena continuó ayer desde las 5:00 de la mañanas y una escena escalofriante puso fin al cometido.
Hallazgo
La adolescente fue hallada sin vida, por familiares y vecinos, debajo de unas matas de púas que se entrelazaban con la altura del monte que poblaba la zona.
Su cuerpo estaba boca abajo y empapado de sangre, la cual se coaguló sobre el cuerpo de la menor, quien no tenía ropa interior. Solo una franela, color rojo, tapaba su pecho.
El cuello de la infante presentó una cortadura profunda, de aproximadamente 15 centímetros, en la parte derecha producida con un objeto punzo penetrante que le segó la vida.
La menor estaba hinchada, la contextura como la describió la familia, no concordaba con lo avistado en la escena. Su rostro presentó golpes y la boca estaba llena de hormigas que devoraron parte del labio superior de la fémina.
La noticia del hallazgo corrió como pólvora en la barriada. De inmediato Elvira Pineda, madre de la menor, acudió al sitio. Sus gritos paralizaron a los presentes. «Ay mi negrita quien te hizo esto…
Ahora con quien voy a hablar», repetía mientras los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), acudieron al sitio y acordonaron la escena.
Ritual wayúu
Los sabuesos de la policía científica no tocaron el cuerpo. Los hombres de la familia levantaron el cuerpo y lo montaron en la unidad del CICPC.
«No dejaremos que le hagan nada. Nosotros la bañaremos y la pondremos en el chinchorro de la casa», sentenciaban con profundo pesar los 10 hermanos mayores de la víctima.
Moradores de la zona, quienes participaron en la búsqueda, sentenciaron que la niña fue violada y asesinada en otro lugar. «Nosotros la buscamos el jueves en esta zona y no la conseguimos. De seguro la mataron en otro lado y la pusieron aquí con el arroz y las verduras que logró comprar en la tienda.
Asimismo, los pobladores de la zona, bajo el anonimato, atribuyeron el crimen a delincuentes de otras zonas, quien han poblado el sector arriando chivos y ovejos con el objetivo de rastrear la zona para ver que fechoría cometen.
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