La espiritista venezolana fue asesinada a tiros por un sujeto que llegó en una moto a su residencia, ubicada en la carretera 13 con calle 71B del barrio La esmeralda en Barranquilla Colombia
Una migrante venezolana que se dedicaba al mundo del espiritismo, fue asesinada por sujetos desconocidos de un tiro en la cabeza en el interior de su vivienda, ubicada en Barranquilla, Colombia.
El hecho fue perpetrado por un hombre que llegó hasta su vivienda. Según una de sus hijas, el asesino dijo que era para robarla, pero no se llevaron nada. Todo apunta a que se trató de un acto sicarial.
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Como Lorielys del Carmen Vílchez Guevara, de 33 años, fue identificada la mujer asesinada la tarde del martes 14 de junio, en la carrera 13 con calle 71B del barrio La Esmeralda, en el suroccidente de Barranquilla, Colombia.
Trascendió, que hace tres años la dama emigró de Venezuela a Colombia y se radicó en Barranquilla, ciudad en la que llevaba ese tiempo residiendo, específicamente, donde ocurrió el crimen.
Los familiares confirmaron que la mujer se dedicaba al oficio de espiritista. Dejó tres hijas en la orfandad, de 18, 16 y 11 años.
El asesinato de la espiritista venezolana
En cuanto a la manera como se perpetró su asesinato, se dijo que en la vivienda se encontraba en ese momento una de sus hijas, la de 11 años, cuando un hombre se acercó a la entrada, abrió la reja y preguntó a la menor por Lorielys.
Según las primeras versiones que manejan las autoridades, cuando la pequeña llamó a su mamá y esta salió a atender al hombre, el sujeto le dijo: «esto es un atraco».
En ese momento la niña salió corriendo hacia la parte de atrás de la casa y fue cuando el asesino le disparó en la cabeza a Lorielys, relataron allegados de la víctima.
Aunque el hombre dijo que era un atraco, los investigadores del caso presumen que en realidad lo dijo para desviar la investigación, pues el asesino no se robó nada y le disparó directo a la cabeza. En este sentido, todo apunta a que se trató de un ataque sicarial.
Testigos señalaron que a la vivienda de la mujer el asesino llegó como «parrillero» en una motocicleta y emprendió la huida en el mismo vehículo.
La mujer quedó inerte en la sala de la vivienda, en medio de un charco de sangre: sin duda, una escena terrible para su hija menor.
Como parte de las pesquisas del caso, funcionarios de la policía colombiana tratan de establecer la identidad del hombre que disparó, el cual ha sido descrito como una persona que vestía una camisa azul celeste, un buzo negro, gorra del mismo color, jean azul y no tenía tapabocas.
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