A Ángel Renato Chourio Barrios lo trasladaron al hospital de Santa Bárbara, pero murió a los pocos minutos de su ingreso
Fotos: Edwin Urdaneta
Chourio y su padrastro, Renzo Arias, fueron sindicados por el asesinato de Alejandro García y José Frías
Sur del Lago — Al cabo de celebrar la graduación de bachiller de su hermana menor, sujetos a bordo de una motocicleta de alta cilindrada dieron muerte sin piedad a Ángel Renato Chourio Barrios, de 27 años, implicado junto a su padrastro —un policía del Cuerpo de la Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ) en Colón— en el asesinato de dos jóvenes estudiantes de la ciudad de El Vigía.
Los hechos se produjeron a las 12:10 minutos de la madrugada de este sábado frente a la venta de cromáticos PintuKasa, en la avenida Gran Colombia, diagonal al estadio Isaías Montiel de Santa Bárbara de Zulia, donde se efectúan los cuadragésimos Juegos Deportivos del CPBEZ.
Hechos
Chourio y dos amigos más salieron a buscar otra caja de espumosas y decidieron seguir la ronda nocturna en la vía pública. Mientras uno orinaba y otro sacaba otra cerveza, de la nada dos «motogatilleros» abrieron fuego sin piedad en cinco oportunidades sobre la humanidad de Ángel Renato, a quien el parte forense le divisó dos heridas en la región occipital y tres en el resto del cuerpo.
Los sujetos huyeron y el par de amigos que corrió y se escondió debajo de la cajuela de la camioneta blanca en la que parrandeaban, lo trasladaron hasta la emergencia del hospital de Santa Bárbara, donde murió a solo instantes de haber ingresado bañado en sangre.
El infortunado residía en la calle 3 de la segunda entrada del sector Brisas del Aeropuerto, dejó dos niños huérfanos, una de 5 años y uno de año y medio. Era técnico superior en informática.
Investigación
Ángel Chourio y su padrastro, el efectivo Renzo Arias, fueron sindicados por el asesinato de Alejandro Adonis García Julio (22) y José Daniel Frías Pinto (20). Al menos 15 efectivos quedaron detenidos y hoy solo Arias es quien permanece retenido bajo investigación. A los mismos, los cabe recordar, los secuestraron, les robaron el vehículo y el dinero y luego los asesinaron dejándolos amordazados en la parroquia Santa Cruz de Zulia. Aún el caso no concluye.
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