Los familiares de Fernando Rodríguez señalaron que los asesinos no tuvieron piedad ni aún cuando él les suplicó por su vida
Foto: Diego Graterol
El hombre, de 27 años, fue abordado por unos menores de edad armados cuando se dirigía a comprar la cena del martes
Maracaibo — Un joven de 27 años se encontró de frente con la muerte, en la noche de ayer, y esta no le dio escapatoria para luego poder contar la historia.
Y es que Fernando Rodríguez fue interceptado por unos antisociales cuando se dirigía a comprar la cena en la avenida 30 del barrio Cardonal Norte de Maracaibo.
«Él salió en su moto de la casa que está como a tres cosas de donde lo mataron. Iba a comprar la cena con un sobrino de 11 años que presenció todo lo que pasó», relató Ángela Polanco, suegra del occiso.
Los antisociales no le dieron tiempo ni de llegar cuando lo interceptaron para pedirle la motocicleta. Iban dos a pie y dos en una moto.
«Llévense lo que quieran, pero no me hagan daño ni a mí ni al niño», dijo Rodríguez, antes de arrodillárseles a los asesinos.
Sin embargo, los verdugos no tuvieron piedad y le dieron un tiro en el brazo que le perforó el costado y le causó la muerte de manera casi instantánea.
«Finalmente no se llevaron nada, ni la moto, ni la plata que cargaba en los bolsillos. El niño está traumatizado», contó Polanco.
El joven fue inmediatamente auxiliado y montado en un vehículo rumbo al Hospital Adolfo Pons de Maracaibo a donde llegó sin signos vitales.
El niño recibe atención psiquiátrica por el trauma recibido, pues salió corriendo apenas le dieron el tiro a su tío político.
Los familiares aseguran que los asesinos tenían entre 14 y 16 años, no descartan el móvil de la venganza porque no se llevaron nada, sin embargo aseguraron que el hoy occiso no había recibido amenazas de muerte.
Fernando Rodríguez se dedicaba a comercializar mercancía desde Maicao a Maracaibo, tenía 12 años de casado, pero no dejó hijos.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas realiza las experticias pertinentes.
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