Asesinan a cuidador de granja luego de torturarlo

Orlando Espinayu Puchaima (27) fue brutalmente atacado hasta causarle la muerte en una finca donde laboraba como cuidador. Los asesinos agredieron psicológicamente a su esposa, quien tuvo que amarrar a su cónyuge bajo amenazas y presenciar cómo lo torturaban. Al parecer, la muerte del infortunado fue encargada y pagada en 10 mil bolívares.

La Cañada de Urdaneta — Orlando Espinayu Puchaima (27) fue asesinado en el interior de la finca que cuidaba en el sector El Hato, en La Cañada de Urdaneta, el lamentable hecho se suscitó cerca de la medianoche del miércoles en la granja Virgen del Carmen.

Lilibeth Machado, esposa del infortunado, explicó consternada que dos sujetos alrededor de las 7:00 de la noche ingresaron a la granja portando una escopeta y amenazando al infortunado y a ella, quienes se encontraban descansando en el lugar.

«Llegaron a pié y lo agarraron a él (Orlando), lo golpearon con la escopeta y le decían que venían a buscarlo. Me dijeron que lo amarrara y tuve que hacerlo con el cable del ventilador. Lo golpearon en varias oportunidades», narró la mujer.

Continuaron con tortura

Los agresores bajo amenazas de muerte agredieron psicológicamente a la esposa de la víctima y a su hija de siete años, a quienes les decían que no buscaran ayuda, sino acabarían con su vida. Además, las obligaron a presenciar todas las torturas que le cometían al infortunado.

Posteriormente, los hombres amarraron a Espinayu y lo arrastraron hasta una zona enmontada de la granja, donde finalmente terminaron de agredirlo golpeándolo violentamente con la escopeta y un palo de lienzo.

«Ellos se fueron cerca de las 12:30 de la madrugada, no veía el cuerpo de mi esposo. Lo encontramos a las 6:00 de la mañana con un fuerte golpe en la cabeza», agregó Machado.

Encargaron su muerte

Machado, consternada, denunció que al parecer la muerte de su esposo fue encargada desde hace varias semanas y cancelaron 10 mil bolívares a los dos hombres que cometieron el hecho.

«Ellos dijeron durante las cinco horas que pasaron aquí que un hombre les había pagado 10 mil bolívares para que lo mataran, a nosotros no nos hicieron nada, solo amenazarnos de muerte si decíamos o denunciábamos algo», rechazó la dama.

Merodearon la zona con anterioridad

El pasado jueves un vehículo se encontraba merodeando por las adyacencias de la granja. «En dos oportunidades pasaron, una rápido y la segunda vez con el vidrio abajo. Eran los mismos hombres que entraron y mataron a mi esposo, porque cuando ingresaron a nuestra casita le dijeron que desde hace una semana lo tenían pichado», aseguró Machado.

Fuentes policiales revelaron que los hombres son del sector El Topito, ubicado en el mismo municipio, y en las próximas horas se realizarán las investigaciones pertinentes para dar con su captura.

Se conoció que Espinayu laboraba como obrero en la granja, gracias a su hermano que le consiguió el trabajo desde hace dos meses, era de nacionalidad colombiana y padre de dos hijos, un bebé de dos meses y una niña de siete años.

Fotos: Miguel Romero