Asesinan a comerciante y por venganza matan a menor

El cuerpo de David Rivas quedó carbonizado bajo las latas chamuscadas

Foto: Wilmer Cubillán

David Samuel Rivas Rivas (15) fue asesinado ayer y posteriormente su casa fue quemada con él adentro. El suceso que ocurrió en el barrio Santa Fe II, parroquia Los Cortijos en San Francisco, fue el desenlace de una venganza, pues un hermano de la víctima, identificado como Jairo Rivas, apodado «Pelo e Bollo», está implicado en el asesinato del comerciante Mauricio Júnior Gámez Castillo (25), ocurrida en horas de la madrugada

Maracaibo — La venganza como medida de indebida justicia, cobró la vida de un adolescente  identificado como David Samuel Rivas Rivas, de 15 años de edad, a quien luego de dispararle en la cabeza, le prendieron fuego a su vivienda de latas de zinc y su cuerpo quedó totalmente calcinado.

El  hecho ocurrió en la calle 14 con avenida 49F del barrio Santa Fe II, parroquia Los Cortijos en el municipio San Francisco.

El suceso fue el desenlace de una venganza, pues un hermano de la víctima, identificado como Jairo Rivas, apodado «Pelo e Bollo», está implicado en la muerte de otro joven, identificado como Mauricio Júnior Gámez Castillo, de 25 años. Ese hecho ocurrió en horas de la madrugada de ayer, tras una discusión, frente al restaurant Tasca El Rincón de Cali, ubicado en la calle 17 del mismo barrio, por el presunto robo de un chip de un  teléfono celular. El cuerpo de Gámez fue trasladado  al CDI de El Caujaro por unas personas en un bus, pero murió. Sus familiares acudieron al centro ambulatorio, sacaron el cuerpo y se lo llevaron a su casa, ubicada en la calle 12 del barrio Santa Fe I.

Venganza

En represalias a la muerte de Mauricio Gámez, un grupo de hombres llegaron en motos y en una camioneta Bronco a la casa de la madre de Jairo, de nombre Yelitza Rivas. Allí sacaron a los presentes y le dieron muerte a David, el hermano menor del presunto asesino de Mauricio.

Presuntamente, los asesinos de David aseguraron que «le perdonarían la vida a su progenitora solo para que sienta el sufrimiento  de perder a ser querido injustamente».

Familiares y vecinos señalaron que David era un joven tranquilo, dedicado a sus estudios —cursaba quinto año en un liceo—  y a la iglesia cristiana de la zona. Reconocieron los malos pasos de Jairo y aseguraron que ya él no vivía ahí desde hace unos años, cuando se mudó con su esposa.

En relación con  Gámez, era  comerciante y  estaba acompañado  por un amigo para el momento de los hechos,  quien habría sostenido una discusión con Jairo y Javier, alias «El Marihuana».

Ambos cuerpos fueron levantados por el CICPC.