Un total de 68 víctimas mortales se han registrado en la entidad zuliana por casos de suicidio. El hecho ya se ha convertido en un mal que afecta a la colectividad
Foto: Madelein Farría / Referencial
Maracaibo — En el Zulia se han encendido las alarmas en los últimos meses ante el sorprendente incremento de suicidios que se registran semanalmente en la entidad.
Problemas económicos, crisis depresivas, ataques de esquizofrenia y padecimiento de enfermedades, son las causas que predominan en la mayoría de los casos conocidos.
En lo que va de año, 68 víctimas fatales cuentan como saldo total de muertes por suicidio en la región zuliana.
Hasta ahora, el mes de enero es el que mayor número de decesos muestra en lo que ha suicidio se refiere, con una cantidad de 11 personas fenecidas.
¿Enfermedad social?
El doctor Raimundo Arria, médico psiquiatra, asegura que este tipo de muertes está estrechamente ligado a la salud mental de los individuos y que son varios los factores desencadenantes que influyen en quienes deciden acabar con sus vidas.
El experto indicó además que la depresión es un padecimiento vinculado al suicidio; y de hecho, así mismo lo han demostrado las estadísticas manejadas en este tipo de casos, donde un 85% de los decesos ha tenido como antecedente una crisis de depresión en la víctima.
Arria manifiesta que debido a la situación que vive el ciudadano común diariamente, refiriéndose a los factores económicos, el hambre y problemas familiares primeramente, el entusiasmo de los seres sociales se va disminuyendo y poco a poco esto va generando un incremento en la presión que se genera en la mente para atentar consigo mismo como manera de librarse del sufrimiento.
Infantes
Como si de algo viral se tratara, también hay niños, niñas y adolescentes que han decidido poner fin a su existencia de manera trágica.
El pasado mes de abril una pequeña, de tan solo 10 años de edad, decidió acabar con su vida ingiriendo una alta dosis de pastillas, lo que evidentemente causó alarma en la colectividad.
Otro caso similar ocurrió en mayo cuando un jovencito, de 13 años, optó por atarse una soga en el cuello y ahorcarse, ante el temor que sintió al pensar que sus padres lo regañarían por una bicicleta.
Y así como estos dos casos, también muchos adolescentes y jóvenes adultos se han quitado la vida por diferentes motivos, entre los que cuentan el temor a represalias en algunos casos y «mal de amor» en otros.
Soluciones a la espera
Ante este terrible mal que afecta a la población hoy en día, muchas instituciones escolares han optado por habilitar oficinas de atención a los estudiantes y orientación psicológica, para brindar asesoría y atención a los más jóvenes y evitar de alguna manera que tomen decisiones erradas contra su integridad física.
Sin embargo, lo mismo no sucede para las personas adultas, que lamentablemente no cuentan, en muchos de los casos, con alguien que los apoye y los ayude a sopesar de alguna forma sus males internos.
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