La búsqueda del placer en solitario no es una práctica perjudicial

Masturbación femenina: más de 5 consejos para llegar al placer

masturbacion femenina
25 de marzo, 2020 - 3:40 pm
Mariangel Amaya/Agencias

La masturbación es una actividad natural que contribuye con el autodescubrimiento y que, por extensión, puede beneficiar las relaciones sexuales

Sexualidad femenina- La masturbación femenina es una práctica natural y común, aún cuando no se suela hablar demasiado de ello. Permite experimentar sensaciones placenteras, liberar tensión, ejercitar los músculos pélvicos y, por supuesto, liberar oxitocina, serotonina y endorfinas.

Ahora, si hay algo que se destaca de la búsqueda del placer en solitario es que ayuda a las mujeres sentirse más cómodas con su cuerpo, puesto que les permite conocerlo mejor, entenderlo y, al mismo tiempo, descubrir qué es lo que más les gusta, qué no y por qué. En esto también influye el uso de juguetes sexuales.

Indudablemente, cuando una mujer se siente cómoda consigo misma, su confianza y seguridad se ven reforzadas y entonces, es posible abrirse a las posibilidades y llegar al placer.

Masturbación femenina: una práctica saludable

La búsqueda del placer en solitario no es una práctica perjudicial. Al contrario, resulta beneficiosa en diversos aspectos, como el fortalecimiento del suelo pélvico o el alivio de los cólicos menstruales, por ejemplo.

Salud y sexualidad deben ir de la mano: Para alcanzar el clímax es necesario tomarse el tiempo suficiente para ello. Es decir, hay que tomarse un tiempo para relajarse y progresivamente irse creando una atmósfera de intimidad que invite a las caricias.

Masturbarse no es una cuestión de cumplir con tres pasos y hacer que todo el proceso tome 60 segundos o menos. Consiste en consiste en un proceso que se debe disfrutar, sin permitir que la ansiedad gane lugar pensando en el tiempo que requiera.

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Para algunas mujeres el primer paso es fantasear y dejar que la mente se deleite con ello. Esto ayuda contribuye con la relajación del cuerpo y luego, hacer que reaccione más favorablemente al tacto. La mente tiene un rol clave en la excitación y el placer y es recomendable estimularla.

Sin embargo, hay quienes dejan esto en segundo lugar y lo primero que hacen es acariciarse el cuerpo (no solo la vagina). Otras combinan ambos pasos y se estimulan a la par que dejan volar su imaginación, consiguiendo así entregarse al momento, disfrutar y, poco a poco, lubricar.

Consejos para llegar al placer

Deja volar tu imaginación. Estimula tu mente al igual que tu cuerpo. Recrea en tu mente los detalles de tus fantasías y haz tuyo el momento.

Estimúlate. Presta atención al roce de tus dedos, la presión, el movimiento que realizan, su calor… También puedes utilizar algún juguete sexual en modo suave, como el succionador de clítoris de Sona 2 Cruise.

¡Mima tu clítoris! Esta zona es muy sensible y al estimularla sentirás mucho placer.

No te centres solo en penetrar la vagina. Juega con los labios mayores, acaríciate el pubis y baja al clítoris. No siempre tienes que penetrar la vagina para alcanzar el orgasmo, así que no te sientas obligada a hacerlo cada vez que te vayas a masturbar (y mucho menos la primera vez que lo haces). Utiliza tu dedo medio y anular, ya que estos no ejercen tanta presión como el índice y pueden ayudarte con mayor facilidad a experimentar sensaciones placenteras.

Alterna movimientos y los ritmos. Más rápido, más lento, arriba, abajo, circular, con más o menos presión. ¡Juega!
Si te hace falta, aplícate un poco de lubricante y haz que tus dedos se deslicen con mayor facilidad.

Experimenta. Rueda boca arriba, boca abajo y encuentra la posición que más te agrade.

La primera vez

Algunas mujeres recomiendan utilizar un poco de lubricante la primera vez para que los dedos se deslicen con mayor facilidad y el roce sea mucho más agradable. Por otra parte, recomiendan centrar la atención en la zona del clítoris y, a la hora de bajar de este punto en concreto, hacerlo solo para darse caricias. Sin embargo, esto siempre puede variar dependiendo de la persona.

Para entrar en atmósfera, comienza a acariciar tu clítoris como si estuvieras haciéndote un masaje relajante. Los movimientos suaves, lentos y circulares resultarán agradables y te llevarán, poco a poco, más allá de tu imaginación.

Ve despacio y, según te vayas sintiendo, varía el ritmo y los movimientos. Evita los movimientos bruscos y la fricción agresiva.

La masturbación femenina es algo natural capaz de alimentar el deseo sexual, y que puede resultar muy placentera y beneficiosa. Contribuye con la relajación y el bienestar porque, entre otras cosas, permite liberar endorfinas y trabajar los músculos pélvicos.

Es un ejercicio de autoconocimiento, amor propio y, en cierta medida, un momento de esparcimiento único. Por ello, vale la pena practicarla cuando se sienta el deseo de hacerlo.

Foto: Agencia

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