Evite enfermedades gastrointestinales

Tenga cuidado con los botellones de agua que compra

MONTAJE BOTELLONES
10 de octubre, 2016 - 7:35 am
Rafael Rivas / [email protected]

Los botellones de agua se han convertido en una salvación, sin embargo, la proliferación de las ventas clandestinas de estos artículos puede regenerar una crisis sanitaria en la región

Foto: Wilmer Cubillán

Maracaibo — Debido los fenómenos naturales que han afectado el suministro de agua potable en todo el país, se ha visto en las calles marabinas, un desmedido aumento de lugares que venden botellones plásticos con agua sin control alguno.

Buscando un «resuelve» para la situación económica y para palear un poco la necesidad del vital líquido, las casas de los marabinos se han convertido en «ventas de agua», sin embargo estos negocios pueden resultar un arma de doble filo.

Sin ningún control sanitario por parte de las autoridades o de los mismos vendedores, los botellones son llenados y se exhiben en las aceras o porches de las casas expuestos al sol, brisa, gérmenes, pero, especialmente, sin ninguna información de la procedencia del agua que contienen, con el inminente riesgo para la salud del consumidor.

Anteriormente estos negocios funcionaban principalmente en las estaciones de servicio donde los clientes que quisieran recargar sus botellones podían dirigirse hasta el sitio donde intercambiaban su botellón vacío por uno nuevo y sellado, asimismo existían algunas empresas que por un contrato directamente con el consumidor realizaban el cambio en el hogar.

«Los marabinos somos una sociedad muy sana en mi opinión, debemos agradecer que todavía no se ha visto un repunte de casos de bacterias gastrointestinales por consumir esta agua insalubre, nosotros reconocemos que este problema se nos está escapando de las manos y que necesitamos un plan de respuesta para este problema», manifestó Enrique Parra, intendente de la ciudad de Maracaibo.

Cuidado y manipulación   

Para la adquisición y venta de los botellones de agua los propietarios de estos negocios deberían cumplir con una serie de requisitos para obtener los permisos sanitarios necesarios para la venta de agua potable.

Uno de los requisitos fundamentales luego del registro mercantil es la permisología sanitaria que es el aval para garantizar que el agua no vaya a ser contaminada ni alterada.

Luego que estos «negocios» obtengan los permisos para la venta de agua, estos deben exigirle a sus trabajadores el permiso de manipulación de alimentos para poder calificar como aptos para el trabajo, sin embargo, esto tampoco  ocurre. «Nosotros montamos nuestro negocio en la casa, hablamos con un amigo que tiene un camión y reparte botellones y nos trae 200 botellones semanales, y montamos el ‹negocito› en nuestra casa ya que la situación esta dura y hay que buscar la plata», manifestó Raúl Vargas quien tiene una venta de agua en la acera frente a su residencia en la urbanización San Rafael a 100 metros de la estación de servicio El Turf.

Al momento de preguntarle a Vargas si contaba con los permisos sanitarios para la venta de agua y con qué empresa trabajaba su distribuidor, se negó a seguir respondiendo a las preguntas de este rotativo.

A la buena de Dios

Debido a la falta de materiales para elaborar los botellones y el alto costo que acarrea adquirir uno nuevo, los vendedores y consumidores aceptan que el agua sea traspasada de un recipiente a otro, esto con la intención de ahorrar, sin embargo, este ahorro puede ser perjudicial para la salud.

«El botellón de agua solo tiene una vida útil de 50 llenadas, un poco más si se le aplica al envase los cuidados y las desinfecciones que debe requerir tanto para cuidar su material como para evitar la contaminación por bacterias, sin embargo con esta escasez y la turbidez que presenta el agua una persona puede fácilmente llenar un mismo botellón hasta 60 veces a lo largo de un solo mes», relató Francisco Romero, trabajador jubilado de la empresa embotelladora de agua Blu.

Asimismo, Romero explicó que las plantas embotelladoras permisadas tienen un proceso de inspección de los botellones muy rigurosa, sin embargo este trabajo se pierde a la hora de llegar al vendedor y posteriormente al consumidor.

«Los embudos, muchas veces realizados con botellas de refrescos,  utilizados para el trasvase están en el suelo y encima de los botellones y eso crea un cultivo peligroso de bacterias que se traspasan al momento de pasar el agua de una botella a la otra, a esto se le agrega que los vendedores no usan ningún tipo de protección al momento de manipular los botellones, esto termina siendo una «fiesta» de gérmenes con agua», manifestó Romero.

Cabe destacar que las reglas sanitarias expresan que la manipulación de botellones de agua potable debe hacerse en lugares cerrados, esterilizados y con la protección requerida, como guantes y mascarillas, solo para citar unos detalles minúsculos.

Actualmente en Mara-caibo la recarga de un botellón de agua puede costar desde los 250 hasta los 350 bolívares, los marabinos se ven obligados a recurrir a estas ventas informales por la escasez de agua, sin embargo esto a la larga puede resultar un problema grave de salud,  más que una solución.

 

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