Manuel Rosales Guerrero, presidente y fundador del partido Un Nuevo Tiempo, indicó esta Navidad es para la mayoría de los venezolanos las más triste de su historia, “el índice de precios que cerrará en más de millón por ciento
Zulia –Manuel Rosales Guerrero, presidente y fundador del partido Un Nuevo Tiempo, indicó esta Navidad es para la mayoría de los venezolanos las más triste de su historia, “el índice de precios que cerrará en más de millón por ciento y los salarios pulverizados, se lleva por delante por primera vez las fiestas y tradiciones navideñas”.
El ex gobernador del estado Zulia, afirmó que en Venezuela “no hay ambiente ni adornos de Navidad. Muchos ciudadanos bromean sobre los pocos productos que podrán comprar con sus aguinaldos, pues no alcanzan para nada, sin contar con que serán pocos los niños que recibirán los regalos que le pidan al Niño Jesús”.
En tal sentido, alegó que los días festivos llegaron cuatro meses después de que el régimen anunciara un “paquetazo” de medidas económicas fallidas. Por lo que, aseguró que la reconversión monetaria aceleró la caída de la economía venezolana. Exclamó que “la gente espera y exige que se abra cauce a una solución que permita salir de esta dramática y dolorosa situación”.
“Es la primera Navidad después de la destrucción del salario, que dividió la posibilidad de disfrute de estas festividades: las familias que reciben remesas y las que no. Una familia que no recibe ayuda de algún pariente que se encuentre fuera del país tiene capacidad de ahorro cero y solo pudiera tomar la precaución de adelantar su consumo lo más que pueda, y comprar bienes ‘durables’ que le permitan ‘sobrevivir’ lo que puede ser el primer trimestre del año que viene”, reflexionó el líder de los zuliano.
Rosales señaló que el problema es la hiperinflación, ya que “lejos de detenerse, sube de forma acelerada pues lo que valía 1 bolívar a principios de año, costará 50.000 el 31 de diciembre. Muchas empresas no tendrán posibilidad de abrir sus puertas en enero, seguirá creciendo el cementerio de grandes, pequeñas y medianas empresas en ruina o al borde de la quiebra. Es doloroso observar en cualquier pueblo, ciudad, avenida, los locales con la santamaría abajo. Si esta situación de hiperinflación se prolonga por otros meses al menos el 50% de las pocas compañías que hoy están operativas, dejarán de estarlo. Esto se traduce en una destrucción de salario, en destrucción de empleos formales y en una mayor caída de los salarios venezolanos”.
Rosales resaltó que estas son “unas navidades muy duras, muy tristes, sin estrenos ni hallacas. Una hallaca, con la carne, aceitunas, alcaparras y pasas, ingredientes que no se consiguen o se encuentran a precios inalcanzables son estarán totalmente ausentes”. Sin embargo, aseguró que seguirán luchando para que Venezuela retome el camino de la paz, la prosperidad y el progreso.
Comente