Maracaibo — «Me tocará comer pescado, el pollo no se puede comprar, en las polleras hay colas, en las carnicerías y tiendas el precio está por las nubes. No hay quien lo alcance y menos quien lo baje», así lo exclamó Marlo Peña, sostén de un hogar de cinco persona.
Ayer en un local sin nombre, ubicado en la calle 17A del sector Santa Rosalía, se ofreció la pechuga de pollo con espinazo en Bs. 260 el kilo; muslo en Bs. 160, recorte en Bs. 170 y el pollo entero en 180 bolívares el kilo y se desea filet de pechuga el kilo sale en Bs. 450.
Ricardo Espinoza, habitante de Cristo de Aranza, dijo: «No se puede con el precio del pollo, el sueldo no da para mantener a la familia. En mi casa tendremos que regalar hasta al perro porque ni los huesos le podemos dar como antes».
El pollo de ser una de la opciones gastronómica por excelencia del venezolano, por sus múltiples manera de prepararse y bajo costo; ahora es un dolor de cabeza conseguirlo o adquirirlo a precios especulativos.
«Imagina mi caso, el hijo menor solo me come pollo y no incluye ninguna otra carne en su dieta, he tenido que hacer colas en los tiempo de crisis, pero ahora se dispararon los precios como una locura», detalló Haydeé de Martínez.
Cabe recordar que el costo del kilo de pollo se mantiene regulado en Bs. 43, la pechuga con hueso en 83 y sin hueso en 123; regulación que no se cumple en la vida real, afecta a miles de familias y no hay organismo activado para evitar la especulación.
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