El Monseñor Azuaje alertó al pueblo venezolano que «si no hay fe, tampoco hay confianza; y si esta última no está presente, vienen la división, la violencia y hasta las esclavitudes».
Este jueves 18 de noviembre se llevó a cabo la misa solemne en honor a «La Chinita», como es conocida cariñosamente Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona del pueblo zuliano.
La ceremonia estuvo presidida por el arzobispo de la Arquidiócesis de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor José Luis Azuaje Ayala.
El religioso advirtió durante la homilía que, «si no abrimos la mente al bien común, no habrá oportunidad de novedad que impulse un desarrollo humano solidario que implique a toda la familia venezolana».
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«Nuestra tierra venezolana es noble, hermosa, y leal. No podemos secarla más ni hacerla más estéril. Nuestro tierra zuliana nos ha dado todo, y como pueblo debemos seguir el himno de La Chinita: Un pueblo noble y fuerte que en la vida y en la muerte ama y lucha, canta y ora», expresó Azuaje.
Pidió olvidarse de la premisa que reza: «Otros tiempos fueron mejores». porque, según sus palabras, «son pensamientos de pura añoranza que nos paralizan en la contemplación de lo que no existe».
Al mismo tiempo, dijo que «debemos mirar hacia un futuro que debe ser construido entre todos».
Alertó al pueblo venezolano que «si no hay fe, tampoco hay confianza; y si esta última no está presente, vienen la división, la violencia y hasta las esclavitudes».
Durante la eucaristía, se resguardaron las medidas de bioseguridad para dar ingreso a la plazoleta de la basílica de la Virgen de Chiquinquirá. En el marco de la pandemia, sería la primera vez luego de la trascendencia del coronavirus, en que se realiza la celebración con la presencia de los fieles.
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