Sobre la presunta intención de vender los templos San Felipe Neri y El Convento de Maracaibo, la máxima autoridad del patrimonio cultural venezolano le solicitó al alcalde Rafael Ramírez «aclarar lo concerniente a esta denuncia, confirmando su veracidad»
Maracaibo .- «El templo San Felipe Neri y la iglesia San Francisco de Asís [el Convento] cuentan con un régimen especial de protección, de conformidad con la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (…) En consecuencia, no se podrá realizar ninguna intervención o alteración de los mismos», advirtió la presidenta del Instituto del Patrimonio Cultural de Venezuela, Dinorah Cruz Guerra, ante la denuncia publicada por QUÉ PASA sobre las presuntas pretensiones de comprar ambas edificaciones con fines comerciales.
En un oficio signado con el número 000588, de fecha 20 de junio de 2023, dirigido al alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez Colina, la máxima autoridad del patrimonio cultural venezolano le solicitó al burgomaestre «aclarar lo concerniente a esta denuncia, confirmando su veracidad».
En la misiva, Cruz Guerra le recuerda al alcalde que «tanto el templo San Felipe Neri y la iglesia San Francisco de Asís, se encuentran declarados como Bien de Interés Cultural, bajo el registro del RCP de Venezuela, Publicado en la Gaceta Oficial de La República Bolivariana de Venezuela Nº 40.230 de fecha 16 de agosto de 2013».
Además, hace referencia al instructivo que regula el procedimiento de consulta obligatoria para la presentación y revisión de proyectos de intervención en los bienes con valor patrimonial, publicado en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. N° 39.511 de fecha 16 de septiembre de 2010.
Allí se establece que «las autoridades locales son corresponsables del mantenimiento y conservación de los bienes y espacios culturales declarados», por lo tanto el alcalde debe responder por lo que ocurra con los bienes patrimoniales de la ciudad.
La denuncia sobre los templos San Felipe Neri y el Convento
El tempo San Felipe Neri lleva varios años en estado de abandono y sus instalaciones son usadas como refugio de indigentes o «baño» de los buhoneros del Callejón de Los Pobres
El 9 de mayo pasado, esta redacción recibió y publicó una denuncia en la cual se advertía que los templos San Felipe Neri, ubicada en el Callejón de Los Pobres; y la iglesia San Francisco de Asís, conocida como El Convento y ubicada en la Plaza Baralt, presuntamente estaban siendo solicitadas en venta o comodato por parte de unos comerciantes de origen árabe con el fin de transformarlos en comercios.
Ante esta información, emprendimos una investigación periodística que inicialmente nos llevó a consultar al Condominio del Paseo Peatonal y Comercial del Callejón de los Pobres, quienes en una conversación con QUÉ PASA confirmaron que sí corre el rumor sobre una posible negociación del templo San Felipe Neri «y sí, son unos árabes quienes la quieren».
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Hermógenes Toledo, Rubén Rosendo, Delvis Atencio y Vinicio Montero, directivos del condominio del Callejón; confirmaron que la información llegó a esa oficina y generó preocupación sobre el futuro de los más de 40 comerciantes informales que hacen vida en los alrededores del templo.
«Son personas que tienen muchos años ahí trabajando, entonces el CRU (Centro Rafael Urdaneta) ha dictado un desalojo, pero no les ha presentado una alternativa de reubicación a quienes están allí», denunció Rubén Rosendo.
Luego fuimos a la Plaza Baralt, donde está ubicado el Convento de San Francisco de Asís, y conversamos con comerciantes y buhoneros, quienes en su mayoría dijeron desconocer si ciertamente hay alguna negociación para comprar la estructura, pero confirmaron que hay rumores sobre el interés de alguien que ha hablado de convertirlo en un centro comercial.
La iglesia San Francisco de Asís, llamado El Convento, está ubicado en la icónica Plaza Baralt de Maracaibo.
Vale recordar que a diferencia de la iglesia San Felipe Neri, que fue desacralizada y cuya responsabilidad recae en el Centro Rafael Urdaneta (Gobernación del Zulia), el Convento de San Francisco de Asís pertenece a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, quienes la cedieron en comodato a la Arquidiócesis de Maracaibo hace al menos 20 años.
Algo huele mal en la Catedral
Llama poderosamente la atención que luego de publicados dos trabajos periodísticos donde se planteó la inquietud de la colectividad sobre esta denuncia, ninguna de las vocerías oficiales quiso responder a nuestra intensión de aclarar si es cierto o no que ambas edificaciones están siendo consideradas para una negociación con privados para su posible explotación comercial.
Primero intentamos hablar con el padre Néstor Primera, párroco de la Catedral de Maracaibo y quien tiene a su cargo, además, los templos San Francisco de Asís y el de Santa Ana. El primer contacto fallido fue el pasado 15 de mayo a las 2:28 pm, horario de oficina, por medio de la mensajería de WhatsApp.
A partir de ese momento y a pesar de la importancia de sus declaraciones para aclarar la situación de El Convento, el padre Primera solo respondió con excusas, prometiendo que respondería luego, más tarde, mañana etc., actitud que se extendió por ocho días, hasta el 23 de mayo, cuando al pedirle una respuesta definitiva simplemente dejó de responder aunque la plataforma de WhatsApp muestra que vio los mensajes. ¡El sacerdote mintió!
¿Qué tiene que ocultar el padre Néstor Primera si es él la persona más interesada en aclarar los rumores sobre la presunta compra de El Convento? Ojalá se lo pudiera aclarar tanto a los marabinos como a sus feligreses.
En el CRU hay gato encerrado
Luego intentamos aclarar la situación por medio de la autoridad del Centro Rafael Urdaneta (CRU), organismo adscrito a la Gobernación del Zulia sobre quien recae la responsabilidad de vigilar el patrimonio del casco central de Maracaibo.
Igualmente por medio de WhatsApp le escribimos el 8 de junio a las 11:13 am, horario de oficina, al presidente del CRU, el arquitecto y abogado Jose Antonio Robles. No hubo respuesta a pesar de haber leído el mensaje. Ese mismo día a las 2:49 pm le insistimos y tampoco respondió. Al día siguiente a las 8:31 de la mañana se le escribió de nuevo y tampoco contestó. Raro, ¿no?
Debido a que el presidente ignoró nuestra petición de una entrevista y en aras de aclarar una situación que a esas alturas era más que oscura por parte del CRU, contactamos a la vicepresidenta de la institución, Andreína Rodríguez, quien también vio los mensajes y no los respondió. Más raro todavía.
Dadas las circunstancias y el oscurantismo por parte del padre Néstor Primera, responsable de El Convento, y de los arquitectos José Antonio Robles y Andreína Rodríguez del CRU, ente encargado del templo San Felipe Neri; desde esta sala de redacción podemos inferir que nuestro primer trabajo periodístico, el que destapó la supuesta negociación de ambas edificaciones patrimoniales, causó molestia en estas personas al punto de que se les olvidó sus obligaciones constitucionales.
¿Qué dice la Constitución al respecto?
- Artículo 51: Toda persona tiene el derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que sean de la competencia de éstos o éstas, y de obtener oportuna y adecuada respuesta. Quienes violen este derecho serán sancionados o sancionadas conforme a la ley, pudiendo ser destituidos o destituidas del cargo respectivo.
- Artículo 141: La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho.
- Artículo 143: Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a ser informados e informadas oportuna y verazmente por la Administración Pública, sobre el estado de las actuaciones en que estén directamente interesados e interesadas, y a conocer las resoluciones definitivas que se adopten sobre el particular. Asimismo, tienen acceso a los archivos y registros administrativos, sin perjuicio de los límites aceptables dentro de una sociedad democrática en materias relativas a seguridad interior y exterior, a investigación criminal y a la intimidad de la vida privada, de conformidad con la ley que regule la materia de clasificación de documentos de contenido confidencial o secreto. No se permitirá censura alguna a los funcionarios públicos o funcionarias públicas que informen sobre asuntos bajo su responsabilidad.
A pesar de la actitud de estos voceros, seguiremos insistiendo hasta llegar a una conclusión que dé respuestas a nuestra denuncia original
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