Alrededor de 200 mil personas devotas asistieron hoy a la procesión de Jesús de la Misericordia para pedir y agradecer por sus peticiones
Foto: Lorena Urbina
Maracaibo – Este domingo se realizó la procesión 21° de Jesús de la Misericordia, para agradecer por los milagros recibidos, así como también hacer peticiones para que mejore la situación de Venezuela, por sus familiares enfermos, y por último pero no menos importante, por quienes no pueden asistir hoy porque dejaron el país.
Esta caminata tuvo punto de encuentro en la iglesia La Consolación y este recorrido finaliza en Grano de Oro donde monseñor Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo, oficiará la eucaristía a las 5:30 de la tarde. Esta procesión es consideradas una de las más grandes a nivel mundial por el número personas que se asiste.
Esta caminata contó con la presencia de brigadas de primeros auxilios de la Cruz Verde, cuerpo de seguridad del Estado, puntos de hidratación.
Aunque el clima se mantuvo con altas temperatura no fue motivos para que los feligreses dejaran de cumplir con su acto de devoción.
Fue el papa Juan Pablo II quien fundó esta celebración de Jesús de la Misericordia en la iglesia Católica y en la ciudad de Maracaibo se celebra desde el año 1997.
Cada año son más los testimonios de sanación y evolución de los devotos en esta caminata con pancartas y franelas emotivas a la celebración.
Como es el caso de Gaby Faría, quien radica en la zona norte de la ciudad de Maracaibo, expresó que asiste a la procesión por un milagro concendido: «Mi nieto recibió un trasplante de corazón desde hace cinco años y está muy sano».
Isabel Marín, habitantes de la avenida de 5 de Julio, comentó que «desde hace 10 años inicié la devoción, por medio de mi tía que siempre asiste. Pero este año vengo para agradecer por mi sanación luego que dure tiempo padeciendo de una enfermedad».
Neida López, de la urbanización Monte Claro, con mucha emoción expresó que «¡Jesús de la Misericordia lo es todo! Hay muchos testimonios de milagros. Asisto desde que comenzó y nunca me arrepentiré».
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