El don de enseñar es una virtud que poseen, en su mayoría, quienes deciden ejercer esta profesión
Foto: Cortesía
Un buen maestro hace la diferencia entre un futuro exitoso o fracasado
Maracaibo — Para muchas personas celebrar este día es un honor, a pesar que en los últimos tiempos este gremio se ha visto afectado por diversas razones, por eso esta fecha es para aquellas personas que realizan tan digna labor, llevando el conocimiento de generación en generación, instruyendo a los niños desde sus inicios, para que en el futuro sean profesionales de alto nivel, complementando además los valores dados en el hogar que les servirán para ser buenos hijos, padres y ciudadanos integrales.
Milexis Barrera, docente de preescolar desde hace más de 15 años en la Unidad Educativa Monseñor Helimenes Áñez, ubicada en el barrio Puerto Rico, manifestó: «Para mí es un orgullo poder llevarle conocimientos a mis tesoros, ellos son mis otros hijos, y es que uno para tener el don de enseñar a alguien se debe entregar por completo a esta profesión que sin duda alguna es la mejor y más satisfactoria del mundo».
Igualmente, Ana Leonett, docente del liceo Vicente Lecuna, expresó que «la dedicación, esmero y los esfuerzos que uno realiza por la correcta enseñanza de los niños y jóvenes, es lo más importante y ese es el norte a seguir que tenemos todos los que ejercemos esta importante profesión porque somos los encargados de formar el futuro del país».
Éxito o fracaso
Un buen maestro puede ser la diferencia entre un futuro exitoso o fracasado, porque el don de formar personas, solo es posible desde el interior de cada ser y desde el amor que crea seguridad para abrir el futuro.
Cuando un maestro vive su trabajo como un saber y no como un poder, todas las puertas se le abren. La capacidad de dar y adquirir determinados conocimientos, destrezas y competencias es su misión.
Celebración
Venezuela celebra el 15 de enero el Día Nacional del Maestro, decretado por el general Isaías Medina Angarita en reconocimiento a las luchas iniciadas por los maestros venezolanos el 15 de enero de 1932, cuando en plena dictadura gomecista, un grupo de educadores conformó una asociación para defender los derechos laborales de los maestros y mejorar la educación en Venezuela. Educar es alumbrar personas libres y solidarias, dar la mano, ofrecer los propios ojos para que los alumnos puedan mirarse en ellos y verse valorados, queridos e importantes.
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