La ausencia de una correcta disposición de los desechos en las comunidades, termina por arrojar a las costas basura orgánica e inorgánica, siendo las botellas plásticas, madera, restos de colchones, neveras y hasta partes de vehículos, una constante en el triste paisaje lacustre
Foto: Haroldo Gutiérrez
Maracaibo – Los derrames de crudo que afectan al Lago de Maracaibo no solo dejan en evidencia un problema iniciado con la explotación petrolera hace más de 100 años por consorcios multinacionales, también exponen el grave crimen ecológico del cual es víctima el Coquivacoa.
La ausencia de una correcta disposición de los desechos en las comunidades, termina por arrojar a las costas basura orgánica e inorgánica, siendo las botellas plásticas, madera, restos de colchones, neveras y hasta partes de vehículos, una constante en el triste paisaje lacustre.
El equipo reporteril de este rotativo, se acercó hasta el Malecón, ubicado en el casco central y en el lugar se pudo evidenciar la dantesca realidad por la que atraviesa el Lago desde hace años; y que en la actualidad aún nadie haga nada, es preocupante.
Cabe destacar que el gran volumen de derrames, dañan enormemente el ecosistemas, sin contar que entre 1 y 3 millones de personas son afectadas. Entonces ¿quién hará algo por el Lago?
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