Vecinos del lugar alegan que desde que comenzaron los trabajos reciben agua por tubería cada 15 días o más.
Maracaibo – Con el fin de mejorar el sistema de tuberías y colectores de agua, el corredor vial Monseñor Humberto Luckert, hace seis meses la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación del Zulia comenzó a intervenir la carretera, a la altura de la Secretaría de Educación, levantando el asfalto y removiendo la tierra para acabar con los botes de aguas blancas y servidas, que invaden a la referida avenida desde hace varios años.
Aunque ya el primer tramo se encuentra culminado, requiere ser asafaltado con urgencia, ya que quienes residen en los alrededores manifiestan que la polvareda que ha causado el referido trabajo ha proliferado la gripe, alergias, ha empeorado la condición de quienes tienen asma y obliga a las amas de casa a limpiar más de lo regular.
Sin agua
De igual modo, los habitantes de la avenida 17 con calle 111 de Haticos asegurán que desde que comenzaron los trabajos en el lugar, no les llega el servicio de agua.
Explicaron que tienen que comprar las pipas cada tres días para poder suplir sus necesidades, por lo que le piden a los organismos encargados que culminen la obra lo más proonto posible, o en su defecto, al menos asfalten el primer tramo para que la no continuen las enfermedades.
Conductores
Por su parte, los choferes de las líneas de carritos por puesto como La Polar, San Francisco y Haticos, entre otros, también se sienten afectados por los trabajos en la importante avenida: «Cuando empezaron, teníamos que atravesar una cortina de humo cada vez que pasabamos por ahí, y aunque suene exagerado, eso le nubla a uno la visión, sin mencionar que era inevitable una doble vía que aún se mantiene, porque aunque ya lo hayan tapado, el terreno sigue teniendo irregularidades, y eso ayuda a que se haga más cola en la mañana cuando el pasajero va al trabajo y en la tarde cuando regresa a su casa», detalló Anibal Rubio.
Aún fata
Aunque para los transeúntes y habitantes de la zona convivir con estos trabajos es una tortura, este a penas es el primer tramo de siete que se deben intervenir para que no continúen los botes de aguas blancas y negras.
Cabe destacar que Rafic Souk, secretario de Infraestructura de la gobernación informó a principios de año que a partir del 6 de enero se retomaría la obra, pero hasta ahora se desconocen las causas del retraso, ya que pese a que el equipo reporteril de este rotativo intentó comunicarse ayer con él, nos resultó imposible hasta el cierre de esta edición.
Isabel Bencomo: «Ya perdí las cuenta de cuántas veces me he enfermado, por el polvorín. Mis nietos sufren de asma también».
Fidel Ramírez:«Estamos cansados de esto, queremos que lo arreglen ya desde. Hace rato estamos en esta incomodidad».
Wiliams Ramírez: «Desde que empezaron esos trabajos no nos sube el agua, tenemos que comprarala en pipas y nos sale caro».
Mery Ramírez: «Me ha dado mucha gripe, y la casa se me llena de polvo mucho más que antes. Ojalá que terminen la obra».
Fotos: Rysser Vela Capó
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