Mal olor, desbordamiento de las aguas negras y proliferación de mosquitos, son solo algunos de los perjuicios que viven los vecinos de las cañadas Atagro, Morillo y Arreaga
Maracaibo- «Que no llueva, que no llueva», es el mantra que repiten los vecinos de las parroquias Chiquinquirá, Cristo de Aranza y Cacique Mara, mientras le piden a Dios que no llegue la temporada de lluvia, pues saben que las cañadas Morillo, Arreaga, y Atagro representan un peligro para ellos, por el riesgo de inundación debido a la falta de mantenimiento y saneamiento constante.
La cañada Morillo está ubicada en la parroquia Chiquinquirá y marca su límite sur. Es una de las más extensas de la ciudad. Durante muchos años se ha convertido en el dolor de cabeza de los vecinos, quienes se quejan del mal olor, de la basura que arrastra consigo y de la proliferación de mosquitos que genera el estancamiento de las aguas negras.
La inconciencia de la ciudadanía también es un punto perjudicial para los vecinos, quienes alegan que debido a la ausencia del aseo urbano, las personas optan por lanzar sus desechos a las cañadas, provocando que con las llegadas de las lluvias, estas colapsen.
Lo mismo sucede con la cañada La Arreaga, ubicada en la parroquia Cristo de Aranza, la cual desemboca al sur del sector Haticos, cerca de la planta termoeléctrica Ramón Laguna. Atestada de basura, cauchos y múltiples desechos, los vecinos aseguran que tienen más de tres años sin recibir la visita de algún ente encargado de realizar la limpieza y desinfección del cauce.
Mientras que las personas que viven en la Circunvalación 1, sector Atagro, muy cerca de la División Vial de Polimaracaibo, aseguran que lidiar con la cañada es todo un desafío. En las temporadas de lluvia, el cauce se desborda de tal manera que llega a la sala de las casas de los vecinos, quienes aseguran que ese arroyo tiene más de cuatro años sin mantenimiento.
La respuesta oficial
Roberto Rojas, presidente del Instituto Municipal de Ambiente, en entrevista exclusiva a QUÉ PASA, explicó que la modalidad de atención a las cañadas varía según su condición.
«Para atender las cañadas embauladas necesitamos una maquinaria específica llamada Charger, y también las retroexcavadoras, necesarias para limpiar los cajones de puentes, mientras que para las cañadas naturales utilizamos una maquinaria llamada Jumbo, la cual se encarga de abrir el cauce (…)» dijo Rojas.
«Actualmente, la pandemia del Covid-19 también es punto negativo, pues nosotros dependemos de la recaudación de la actividad económica y pago de servicios públicos, y actualmente en el caso de Maracaibo, los pagos de servicios públicos están exonerados hasta que se levante la cuarentena, por lo cual no hemos podido seguir adquiriendo algún tipo de maquinaria» destacó Rojas.
Agregó que han identificado 12 cañadas en la ciudad, de las cuales ocho son las más complejas. «Entre ellas, La Morillo, La Arreaga, La Atagro, La Feníx, entre otras. Desde el 27 de enero se inició el plan de atención de limpieza de las cañadas, empezando por La Fénix, a la altura del Puente Torito Fernández, en donde la cañada se extiende por 64 tramos. Hasta la fecha el Instituto Municipal de Ambiente ha atendido 25 de esos 64 tramos. El Ministerio de Obras Públicas nos facilitará a partir de la próxima semana el Jumbo que necesitamos para realizar todas estas tareas de saneamiento. Los trabajos de limpieza incluirán la cañada Morillo, una de las que más afecta a la población», detalló Rojas.
Foto: Mariangel Amaya
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