Maracaibo — La negligencia de los «dizque doctores» del Hospital Materno de Raúl Leoni, se hizo presente a las 4:00 de la mañana del jueves 6/3/2014, cuando una madre llegó con su hijo de dos años en brazos, con fiebre a 39 grados.
La «doctora», de quien lamentablemente no conocí el nombre, pero puedo identificar, salió de su cubículo, estirándose y limpiándose los ojos, «pasá pa′cá para verte al niño», expresó mientras arrastraba los pies dirigiéndose a la silla de su escritorio. Seguidamente tomó una paleta, para examinar al infante y en vista de la negativa del niño a abrir la boca, lo hizo fuertemente y el niño rompió la paleta, lo que produjo que en ningún momento abriera la boca.
«El niño tiene amigdalitis, dale esta medicina y llévatelo a tu casa», fue el diagnóstico que la «matasanos» dio.
¿Cómo es posible que un médico, recete un medicamento sin ni siquiera chequear al niño? Y aún así dar un diagnóstico totalmente equivocado?
Podemos entender que los médicos también son seres humanos que sufren y padecen, van al baño, duermen, comen, pero señores galenos, estudiaron y se graduaron como servidores públicos que trabajan con salud, no con números, construcciones o haciendo relaciones públicas. Se trata del bienestar de la ciudadanía, eso deben tenerlo siempre presente. Para colmo de males, el medicamento recetado, lo prescribió en una hoja en blanco, sin sello ni firma, obviamente para esconder la ineficiencia y poca credibilidad de esta doctora, el niño fue llevado a otro hospital, donde le detectaron un cuadro viral.
Esto, no es un caso que le pasó a la vecina de una prima de mi amiga, no, esto le sucedió a quien escribe esta nota y hace un llamado de conciencia a los médicos de este país, y en particular al director del Hospital Materno de Raúl Leoni, quien debe velar porque los profesionales que están a su cargo cumplan con la ética profesional de la medicina.
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