De Candido se mete la ley en el «bolsillo de atrás»

Con el mayor descaro, en los De Candido siguen cobrando los 300 bolívares pese a que las ventas condicionadas están prohibidas. Otros establecimientos acataron la eliminación de esta aberrante práctica.

Maracaibo — Pese a que mediante un comunicado recibido por dueños y gerentes de los distintos establecimientos de la ciudad, en el que se les informaba que la condición de compra mínima de Bs. 300 quedaba totalmente prohibida, en De Candido de la avenida 71 de Santa Rita, continúan aplicándoles esta medida a los consumidores.

A raíz de la escasez de productos regulados en el país, específicamente en el estado Zulia, hasta hace poco grandes y pequeños establecimientos distribuidores de alimentos le establecían al comprador la condición de consumir mínimo Bs. 300 para llevar los artículos ya referidos. Ello con el propósito de controlar de alguna manera las compras nerviosas y el famoso «bachaqueo».

Luego de llevar a la práctica la instalación del sistema biométrico, iniciativa propuesta por el gobernador del Zulia, Francisco Arias Cárdenas en 2013, las autoridades regionales determinaron que dicho condicionamiento de compra es obsoleto: «Eso no tiene sentido, ya tengo a la gente capacitada trabajando en eso», expresó a QUÉ PASA.

Por su parte, el equipo reporteril de este rotativo realizó un recorrido por los diferentes supermercados de la ciudad para recoger información al respecto, y según informaciones de dueños y gerentes, desde ayer en la noche recibieron un correo electrónico en el que se establece como prohibido el condicionamiento de compras.

Según informaciones del superintendente de Precios Justos (SUNDEE), a nivel nacional, Andrés Eloy Méndez, este sistema de compra viola el artículo 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que gastar Bs. 300 para adquirir productos regulados de primera necesidad ha pasado a la historia totalmente: «Quienes incurran en violaciones de este tipo serán sancionados», expresó Méndez.

«Bachaqueo» descarado

Atendiendo las denuncias de nuestros lectores, desde hace varios días durante múltiples recorridos por la ciudad, el equipo reporteril de este rotativo ha observado en distintos sectores de la ciudad la venta de productos regulados en establecimientos que no comercializan este tipo de rubros como farmacias, quincallas, peluquerías e incluso, licorerías y que además ofrecen estos artículos a precios no regulados.

Asimismo, esta actividad económica se ha extendido de tal manera que incluso en casas de familia colocan una mesa o toldo ofreciendo la venta de pañales, Harina PAN, harina de trigo, entre otros, lo que deja atrás la venta oculta de estos rubros para convertirse en un oficio que queda totalmente a los ojos del público.

«En la casa 61A 35 en la avenida del barrio San José, venden harina y pañales tranquilamente, queremos saber si eso es legal y si pueden revender los productos», denunció Marina Jiménez, vecina de la localidad.