La inasistencia a las aulas ha generado desmotivación en los estudiantes

Clases a distancia: Padres no están preparados para asumir el rol de maestros

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13 de abril, 2021 - 12:16 pm
Marilyn Silva / [email protected]

Las clases a distancia se han desarrollado de manera flexible. Expertos en psicología infantil recomiendan hacer buen uso del tiempo para no acumular tareas y practicar actividades recreativas para alejar a los niños de la tecnología

La jornada de tareas desde que iniciaron las clases online como consecuencia de la pandemia por la Covid-19, suele iniciar después de las 9.00 de la mañana en casa de los Vílchez Díaz, una familia de cinco, tres de ellos en edades escolares y cuya sobrecarga de actividades académicas  los mantiene ocupados la mayor parte del día.

Como ésta, están muchas familias marabinas que se han visto abarrotadas con la cantidad extenuante de labores de la escuela que deben cumplir.

Aunque un asomo de alivio había aparecido con el anuncio que hiciera el presidente Nicolás Maduro de una posible vuelta a clases para el mes de abril, los ánimos decayeron cuando por instrucciones de Aristóbulo Istúriz, ministro del poder Popular para la Educación, se decidió continuar con las clases a distancia tras la llegada de la variante brasileña al país, lo que sugiere que este año escolar podría culminar de la misma manera que inició: online.

Rutina

Para María Bustamente, representante de un colegio privado de la ciudad, el número de deberes escolares no es el mismo que cuando sus hijos acudían a clases diariamente,  «he notado que la cantidad de tareas no es igual, una maestra en el aula de clases no iba a tener tiempo de dictar todo ese contenido los niños, así como a las mamás nos ha tocado una ardua labor».

Al respecto, Carolina Pulgar, cuya especialidad es la psicología infantil, señaló que muchos papás no están preparados para asumir el  rol de maestros, «no nacieron para eso, tengo casos de mamás que han colapsado con las tareas del colegio», mencionó.

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Carolina Pulgar, psicólogo infantil

Sin embargo, fue tajante al  atribuir los grados de estrés  al  mal uso del tiempo, lo que ha marcado un cambio significativo en la rutina de los escolares, «no es que sea mucha tarea, es que se acuestan a altas horas de la noche, se levantan tarde y no les rinde el día. Lo que siento también es que ha habido un mal uso del tiempo del niño y adolescente dentro de su casa en la pandemia, son niños que están invirtiendo el día por la noche».

Sobrecarga académica

En este sentido, aseguró la especialista que a su parecer están más sobresaturadas las mamás, «que les tocó sin previo aviso, hacer un trabajo que no les corresponde a ellas porque no son educadoras; pero no creo que a nivel general haya una sobrecarga de tareas en los niños y adolescentes porque todo dependiendo de la institución en donde estudian, hay escuelas y colegios que han llevado parte de clases y tareas online muy bien, pero en la mayoría de los casos  lo que yo oigo es que es muy pobre, que las maestras no están revisando a nivel general el WhatsApp, el internet y los medios que están utilizando para impartir no son suficientes, no llega la información y los muchachos están aprendiendo muy poco».

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Pero además destacó que en el caso del Zulia por los problemas de conectividad al internet y las fallas en el suministro eléctrico las instituciones  han sido muy flexibles en el período de tiempo para las entregas de los deberes.

Por su parte, Mary Solarte, ha aprendido a manejarse para cumplir con los requisitos del colegio y encomendó la educación de sus tres hijos a su mamá que es docente, «yo dejo a mis hijos en casa de mis padres, allí hacen su tarea y si les quedó algo por hacer cuando llego en la tarde después de trabajar, los ayudo a culminar la tarea de ese día; a veces llego cansada y nos toca tomarnos el sábado para completar la semana, pero gracias a Dios tengo el apoyo de mi mamá porque entre el trabajo, las cosas de la casa y estar al día con las tareas sería muy cuesta arriba lograrlo, aunque igual es un poco estresante», explicó.

Desmotivación

Disfrutar del recreo, compartir con compañeros de clases, salir de casa a diario para rodearse de gente de su misma edad, son escenarios que desaparecieron abruptamente con la eliminación de clases presenciales, lo que ha generado en la mayoría de los casos una gran desmotivación porque esta nueva modalidad de estudio a distancia no les brinda las vías para relacionarse con otros.
Por otro lado, la autoridad del maestro, una figura importante para el éxito en la entrega puntual de las actividades se pierde al no haber un contacto directo con sus alumnos, aunado a ello el pensar de que no han aprendido lo mismo como si asistieran a sus clases normales desmotiva a los estudiantes.

Ahora bien, es importante destacar la importancia del manejo de esta pandemia en el hogar, ya que los niños y adolescentes al no descansar las horas necesarios, en el tiempo correcto sienten desmotivación, desconcentración, pierden energía y atención, «eso está afectando el estado de ánimo de los muchachos así como sus niveles de actividad física», alertó la especialista.

Actividades extracurriculares

En este sentido, aconsejó la psicóloga realizar actividades dentro de casa para sustituir la quietud ante las tablets, celulares o la televisión, «pueden jugar, correr, hacer videos para hacer ejercicios, lo ideal también es buscar sitios al aire libre en los que no estén tan expuestos, en la ciudad tenemos buenos recursos como La Vereda del Lago, la Plaza de la República, la Plaza del buen Maestro, abajo si viven en un edificio o afuera si viven en una villa con una pelota se distraen, saltando la cuerda, eso le hace falta a un niño, porque cualquier persona después de un año encerrado por pandemia tiende a sufrir depresión, pero en las semanas flexibles es recomendable salir a esos lugares de esparcimiento por la salud mental».

Juliet Saavedra, mamá de dos niñas pequeñas, hace lo propio y cuatro veces a la semana le permite a sus hijas jugar en el frente de su casa bajo su supervisión, «ellas me insistieron mucho en querer salir, al principio me rehusé pero luego entendí que por el bien de todos había que hacer cosas distintas a estar encerradas, porque ciertamente al principio era todo tareas y más tareas, pero luego establecimos horarios para cada cosa y ya ellas saben las reglas que si no terminamos los quehaceres del colegio no pueden salir a jugar y en eso sí he sido muy estricta porque si no se atrasan en las tareas y siento más carga».

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Efectos post pandemia

Este confinamiento tan largo no pasará desapercibido porque lo que al inicio  se vio como un tiempo para descansar, para crecer como personas, reinventarse o para meditar se convirtió en más de un año de encierro lo cual acarrea unos efectos de post pandemia que se harán notar a corto y largo plazo, más aún en un país tan «golpeado» como Venezuela, «la gente que ya venía con problemas económicos y personales, que ya venían con dificultades de relacionarse con otros, ahora se han vuelto más aisladas y con más  miedos y los trastornos de ansiedad se han multiplicado las personas vivimos en incertidumbre los domingos estamos en expectativas esperando lo que va a decir Maduro, de lo que va a pasar el lunes y esa incertidumbre se la transmitimos a los niños, no sabemos si habrá gasolina si será semana radical, no podemos hacer planes para mañana , todo esto genera mayor intensidad de ansiedad», contextualizó Pulgar.

Entretanto manifestó la orientadora infantil que recuperar la rutina costará pero sí es posible hacerlo paulatinamente, «lo vamos a lograr, lo más difícil será bajar los niveles de ansiedad y de depresión que hemos estado mirando tanto yo, como mis colegas».

 

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