Chequeo urológico forma parte de los cuidados del hombre

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22 de junio, 2015 - 2:42 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Fotos: Agencias

Una de las enfermedades comunes en los caballeros de mayor edad es la hiperplasia prostática benigna, la cual requiere atención médica especializada

Maracaibo – Durante el transcurso de la vida del hombre, en su cuerpo se manifiestan diferentes enfermedades que pueden llegar a afectar su salud de forma grave, pero el machismo -y el miedo en muchos casos- logra ganar la batalla ante enfermedades terribles como el cáncer de próstata.

Los hombres deben tomar conciencia sobre los riesgos que puede traer el no realizarse su chequeo rutinario después de pasar los 40 años de edad. Las visitas al urólogo son de suma importancia y no se deben posponer ni dejarse, como es costumbre, solo para cuando se perciban alteraciones en la función urinaria o por disfunción sexual.

El médico urólogo Juan Barrios, quien ejerce en la Clínica Muñoz y es especialista en el tema, destacó que: «El hombre tiene períodos en su vida, donde el nivel de andrógenos empieza a disminuir y la estimulación a la próstata también, pues con el tiempo va aumentando su sensibilidad a esas hormonas que las producen los testículos. El cáncer prostático es el más frecuente desde el punto de vista urinario en hombres de séptima y octava década, pero eso no quiere decir que los demás no tengan riesgo de padecer esta enfermedad».

Barrios destacó que «las personas que tengan antecedentes de familiares que hayan padecido esta enfermedad deben acudir al especialista a partir de los 40 años, quien no tiene antecedentes simplemente se hace el chequeo para descartar cuadros malignos como el cáncer de próstata o un crecimiento prostático, porque el paciente comienza a tener síntomas obstructivos con lo que es flujo urinario».

El especialista hizo un llamado a todos los hombres a que acudan al médico a realizarse su chequeo urológico, que busca primordialmente evaluar la salud de la próstata, esa glándula que puede ser afectada por tres entidades médicas principales: la hiperplasia prostática benigna, el cáncer de próstata y la prostatitis.

Detección oportuna

El médico manifestó que para detectar con rapidez hay tres tratamientos efectivos que se deben realizar: el análisis del antígeno prostático específico, o PSA, que es una proteína producida por las células de la glándula prostática y se encarga de medir con una prueba de sangre cómo está la relación con el tamaño prostático. En los pacientes con cáncer tiende a salir elevado y por eso se realiza una pesquisa para hacerle seguimiento a la enfermedad avanzada, por eso se les recomienda el PSA, el ecograma prostático y el tacto rectal.

Con esos tres procesos se descarta que el paciente tenga algún síntoma maligno o el paciente tenga una relación de crecimiento prostáticos o algún síntoma anormal. «La mayoría de los pacientes con cáncer no les crece la próstata, siempre son pequeñas que no causan síntomas obstructivos, no tienen síntomas pero tienen el cáncer y los pacientes que generalmente tienen el crecimiento prostático no tienen cáncer», resaltó Barrios.

Asimismo, aseveró que «si no se acude al médico con frecuencia puede avanzar la enfermedad y puede tomar los órganos vecinos como la uretra, el recto y desciende hacia los huesos de la pelvis y el paciente presentará una serie de obstrucciones que le causarán un dolor insoportable y este puede terminar en un ciclo de radiaciones».

Hiperplasia benigna prostática  (HBP)

Una de las enfermedades comunes en los mayores de 50 años es la hiperplasia benigna prostática que consiste en un crecimiento no maligno (no cancerígeno) en el tamaño de la próstata. Este aumento del tamaño de la glándula prostática es producido por un aumento relativo de los estrógenos (hormonas femeninas) sobre la testosterona (hormona masculina) que aparece en los hombres con la edad.

La próstata, al crecer, puede ir comprimiendo progresivamente la uretra y provocar, por tanto, dificultad al orinar.

Esto sucede porque esta compresión impide el flujo de la orina desde la vejiga hacia la uretra y hasta el exterior.

Las posibles consecuencias son retenciones de orina en la vejiga o reflujo de la orina hacia los riñones y una necesidad de orinar frecuentemente. Si la inflamación fuera muy grave, puede bloquearse por completo el sistema urinario.

¿Qué debo hacer si tengo cáncer de próstata?

Si usted se ha diagnosticado con la presencia de cáncer de próstata, hay una serie de estudios que debemos llevar a cabo para determinar si el tumor se ha diseminado. Esta información se conoce como «estadiaje».

Las pruebas se solicitarán de acuerdo a su antígeno y a las características que el patólogo nos reporte en su biopsia:

Tomografía Axial Computarizada (TAC)

Resonancia Magnética Nuclear (RMN)

Gamagrama renal

Debido a que la decisión que se tome en relación al tratamiento depende del estado que se le asigne, es muy importante conocer lo más posible acerca de su enfermedad.

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Síntomas de la HBP

Irritativos:

Orinar con más frecuencia (polaquiuria)

Levantarse por la noche a orinar (nicturia)

Tener que ir rápidamente al baño cuando se tienen ganas de orinar (urgencia miccional)

Obstructivos:

Disminución de la fuerza y el calibre miccional

Dificultad para comenzar la micción

Goteo al terminar la micción

Sensación vaciamiento incompleto de la vejiga

En ocasiones retención de orina (incapacidad para orinar).

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