Rusia anunció hoy que no asistirá a la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, que se celebrará en Lima, ya que duda que dicho foro pueda allanar el camino para el diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolanos promovido por las negociaciones de Oslo.
Moscú destaca que su «principal duda» es cómo la conferencia puede contribuir al «diálogo intervenezolano» y al proceso de negociación iniciado con mediación de Noruega.
Además, advierte de que las presiones exteriores pueden «complicar» enormemente la búsqueda de una «confianza mutua» entre ambos bandos enfrentados y su traducción en medidas «mutuamente aceptables» para los venezolanos «sin injerencia exterior».
Rusia, que ha apoyado desde un principio al gobierno de Nicolás Maduro y fue invitada a la conferencia al igual que EE UU, Cuba y China, ya ha informado a Perú de su decisión.
«Tras estudiar detenidamente todas las circunstancias, hemos llegado a la conclusión de que es conveniente que nos abstengamos de participar en dicha conferencia», señaló.
Antes de participar la pasada semana en Brasil en la reunión del foro BRICS, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, destacó que la situación en Venezuela está mejorando y que el proceso de Oslo está imponiendo el sentido común en la solución de la crisis en el país latinoamericano.
Lavrov se mostró convencido de que «si alguien en EE UU opta por el uso de la fuerza, toda América Latina se opondrá» y, una vez en Río de Janeiro, aseguró que Moscú apoyará «cualquier acuerdo» que las partes logren en el marco de las negociaciones de Oslo.
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