Todos los reflectores apuntan hoy hacia la nueva directiva de la Asamblea Nacional (AN), porque si algo está claro en este momento es que Venezuela
Caracas -Todos los reflectores apuntan hoy hacia la nueva directiva de la Asamblea Nacional (AN), porque si algo está claro en este momento es que Venezuela avanza hacia algo desconocido con la juramentación del mandatario Nicolás Maduro el próximo 10 de enero, y que en ese gran signo de interrogación el Poder Legislativo puede ser una respuesta. Para bien o para mal.
Nicmer Evans, politólogo y vocero del Movimiento por la Democracia y la Inclusión, advierte que el Parlamento no debe hacer cosas que no va a poder ejecutar, y una de ellas es designar un gobierno de transición que reemplace a Maduro.
“Ha llegado un momento en que las posturas que no son contundentes no terminan de generar confianza en la conducción política del país por parte de la oposición”, señala Evans.
Hace un recuento de los acontecimientos vinculados con la AN, tales como el supuesto desacato decidido por el TSJ así como la no repetición de las elecciones en el estado Amazonas (pretexto para el desacato). Igualmente, las decisiones del TSJ que le restan peso a la AN y la instalación de una asamblea constituyente. Con base en estos elementos, concluye que el problema no es jurídico, sino político, y que hay un punto de quiebre que debe llevar a que la oposición “asuma posturas y diáfanas ante la población venezolana, sin que sean suicidas o kamikaze”.
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