Caracas — Familiares de los políticos presos se encadenaron en la Nunciatura apostólica para exigir la liberación de sus parientes.
Entregaron un documento al nuncio, Aldo Jordano, en el cual se apoya la Ley de Amnistía y piden el apoyo del papa Francisco como mediador para que el Gobierno acate el instrumento jurídico. Oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana llegaron al nuncio y prohibieron el acceso a los medios de comunicación: cerraron las puertas y colocaron un contingente antimotín a las afueras de la iglesia.
Los protestantes anunciaron la llegada de más personas y aseguraron que permanecerían en las instalaciones hasta que sus familiares fueran liberados. Pidieron a Nicolás Maduro que «se pusiera la mano en el corazón».
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