El Gobierno venezolano rechazó, ante la oficina de la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, las declaraciones del portavoz de esa institución, Rupert Colville.
La postura venezolana fue expresada a través de la Misión Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Oficina de las Naciones Unidas, y demás Organismos Internacionales, con sede en Ginebra.
El Gobierno venezolano expresó a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay su profunda insatisfacción por las declaraciones del portavoz Colville, las cuales «se inscriben en la manipulación mediática internacional que ha sido denunciada por el presidente constitucional Nicolás Maduro Moros».
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