Llevan casi tres meses detenidos en la polémica megacárcel del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot)

Familiares de venezolanos deportados llegaron a El Salvador para exigirle a Bukele una «fe de vida»

Familiares
12 de junio, 2025 - 10:43 am
Agencias

Los familiares denuncian que las detenciones se basaron en acusaciones sin pruebas concretas, como la simple presencia de tatuajes. Widmer Agelvis, de 24 años, con tatuajes de un reloj, una rosa y un búho, fue deportado a pesar de haber ingresado legalmente a Estados Unidos como refugiado

 

Familiares y representantes de algunos de los 252 venezolanos deportados por Estados Unidos a El Salvador llegaron al país centroamericano con un llamado urgente al presidente Nayib Bukele.

Su principal exigencia es que se les permita visitar a sus parientes, quienes llevan casi tres meses detenidos en la polémica megacárcel del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

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Jhoanna Sanguino, tía de Widmer Agelvis Sanguino, y Reina Cárdenas, amiga de Andry Hernández Romero, arribaron a San Salvador el lunes por la noche. Son los primeros parientes en viajar a El Salvador en busca de respuestas sobre los venezolanos expulsados por Estados Unidos desde el 15 de marzo, bajo la acusación de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua.

«Queremos que se nos permita visitarlos, saber cómo está su estado de salud y pedimos una pronta liberación», declaró Jhoanna Sanguino, visiblemente angustiada por la incertidumbre. Reina Cárdenas, por su parte, sostuvo fotos de los detenidos y afirmó tener pruebas de la inocencia de Hernández Romero y otros. «Es frustrante, desesperante no saber nada de ellos, cómo están de salud», añadió.

 

Familiares de venezolanos detenidos en El Salvador

Acusaciones sin pruebas

Los familiares denuncian que las detenciones se basaron en acusaciones sin pruebas concretas, como la simple presencia de tatuajes. Widmer Agelvis, de 24 años, con tatuajes de un reloj, una rosa y un búho, fue deportado a pesar de haber ingresado legalmente a Estados Unidos como refugiado. Andry Hernández, de 32 años, estilista y actor de teatro con tatuajes de dos coronas, emigró de Venezuela huyendo de amenazas relacionadas con su orientación sexual y temas políticos.

Actualmente, los deportados permanecen incomunicados, y sus abogados no han logrado tener contacto con ellos ni han obtenido respuesta a los recursos de hábeas corpus presentados en su favor. Organismos internacionales como Amnistía Internacional han señalado que estas detenciones vulneran las normas internacionales de derechos humanos.

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