Foto: Agencias
Amnistía Internacional pidió que continúen los esfuerzos para garantizar el control de armas en Venezuela y que haya más protección para el derecho de los detenidos a un proceso judicial justo.
Amnistía Internacional (AI) apostó ayer por el diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición para poner fin a las protestas violentas que sufre el país desde el pasado mes de febrero.
Durante la presentación en Madrid del informe Venezuela: Los Derechos Humanos en riesgo en medio de las protestas, AI señaló como uno de los elementos de esa violencia el gran número de armas de fuego con que cuenta la población.
La investigadora para Venezuela, Nuria García, afirmó que el diálogo «podría ser la única solución» y como parte de ese diálogo plantea «el establecimiento de un Plan Nacional de Derechos Humanos».
«Los líderes políticos del país deben plantearse si continúan en esta escalada de violencia o efectivamente se pone el respeto de los Derechos Humanos al frente y se intenta la búsqueda de soluciones», concluyó.
Reducir el número de armas
Respecto a las armas, la investigadora afirmó que parte de ese plan tiene que ser «políticas para reducir y atajar el alto número de armas que hay en el país».
Denunció que desde el Gobierno venezolano no se ha dado prioridad al mantenimiento de orden público y el control de las armas ilegales en manos de la población.
«En situaciones como esta de extrema polarización un gran número de armas en manos de la población conlleva a un alto nivel de violencia que hemos visto», explicó.
En rueda de prensa posterior a la presentación del informe, AI destacó la voluntad de la Fiscalía de Venezuela de investigar las denuncias de violencia, aunque reconoció que todavía están «en fase de investigación».
En el informe se habla de la violencia ejercida por las fuerzas del orden, por grupos pro Gobierno y por personas aisladas.
Respecto a la situación del líder opositor Leopoldo López, detenido desde el pasado febrero, la ONG afirmó que no se respetó la «presunción de inocencia» en las declaraciones que sobre él hizo el presidente Nicolás Maduro.
Asimismo, el Vaticano manifestó su prudencia ante una posible mediación entre el Gobierno y la oposición en Venezuela.
El vocero del papa Francisco, Federico Lombardi, «la Santa Sede y el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, que conoce bien y ama Venezuela por haber sido nuncio en ese país, están dispuestos y deseosos de hacer lo posible para el bien y la serenidad» de los venezolanos.
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