Foto: Carmen Salazar
Las colas de carritos por puesto, particulares y los camiones de carga, hacen de esta zona un infierno.
San Francisco — Muchos lo ven y no lo creen. Y es que las colas en los supermercados parecen una epidemia, y lo único que dejan a su paso es anarquía, irrespeto e intolerancia entre las personas.
Los compradores parecen cazadores detrás de su presa, solo escuchan de la llegada de algún producto regulado de la cesta básica y salen como hormigas a volcarse en las puertas de cualquier establecimiento, incluso, muchas veces, sin necesidad del alimento como otros.
El mercado popular Los Cactus, ubicado en la urbanización La Popular, municipio San Francisco, no escapa a este modus operandi de algunas personas, quienes además de abastecerse hasta los dientes, llevan una docena de amigos, vecinos y familiares para llevarse todo lo que encuentren a su paso.
Los dueños de comercios han expresado a los cuerpos policiales del sector, que sienten miedo cuando llega el camión con algún producto de estos tan ansiados, como: la Harina P.A.N., leche en polvo, mantequilla, aceite y papel sanitario, pues en muchas ocasiones han sido amenazados.
El colapso es de tal magnitud que hasta lesionados por choques de vehículos y arrollados dejan el suburbio.
Las colas de carritos por puesto, particulares y los camiones de carga, hacen de esta zona un infierno. Los usuarios hacen un llamado a las autoridades para que pongan mano dura a esta situación, de lo contrario, el lugar se convertirá en un centro de compras donde los más desfavorecidos serán los niños y ancianos que en realidad necesitan los alimentos.
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